Buscando más autocontrol

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Perder la compostura siempre significa un riesgo serio, puede llevarnos a un resultado indeseable. De hecho, la falta de autocontrol es causa de una enorme lista de situaciones negativas irreversibles. No obstante, hallamos a menudo a gente que alardea de descontrolarse fácilmente; incluso parece una característica que asegura popularidad en ámbitos juveniles.

De manera más sutil, sin los extremos de la extroversión descontrolada, la vida cotidiana de la gente adulta se ve severamente afectada por la falta de autocontrol. Así es que, aunque no sea una de las virtudes más populares, el autocontrol siempre es vital, y es condición de requisito para todos los logros en cualquier área de nuestras vidas.

Hoy mencionaremos una manera de lograr autocontrol que deriva de la forma de pensar. Veamos.

Cuando una persona juega, en cualquier juego que sea, el tener un panorama de su rol, de su propia condición y posición en el juego no es suficiente y es hasta contraproducente si es que eso es todo lo que la persona tiene en perspectiva. Imagínate un jugador de ajedrez que juega contra sí mismo. Tiene que tener una perspectiva de su posición en ambos bandos. Como es él mismo quien juega en ambos bandos parece que es algo fácil. Pero no lo es. Inténtalo seriamente y experimentarás la dificultad de involucrarte realmente en el juego. Mucho más difícil es si se trata de un juego en el que no estamos jugando contra nosotros mismos sino contra otros oponentes. En tal caso, la idea análoga que ilustra lo que se necesita hacer sería algo así como desdoblarse y verse desde cierta distancia, participando del juego, viéndose con el resto de los participantes en el panorama completo. Bien, eso mismo es lo que se necesita en cualquier juego y en cualquier situación en la que uno quiere proyectar cierto control. No es que se logre sólo así, pero es seguro que únicamente empieza así. Fíjate, nuestra capacidad de controlar deriva en gran medida de nuestra experiencia concreta; la experiencia de control tiene un componente sensomotor muy claro: tienes que estar por sobre lo que controlas, tienes que tenerlo a la vista, tienes que poder afectar o influir su comportamiento o su posición. No es una metáfora, es la vida real, y es nuestra experiencia como seres humanos a lo largo de miles y miles de años, en todas las diferentes civilizaciones y culturas. Así es que, para no perder el control, enfocarse en el detalle interesa menos que pensar en el cuadro completo. ¿Una ayuda para pensar en el cuadro completo? Bien, volviendo al juego, todos queremos ganar el juego; por lo tanto, todos tenemos una meta y un ideal. Y pensando en el objetivo y en el ideal es como sostienes la visión del cuadro completo. Una cosa lleva a la otra, inevitablemente.

Pruébalo, no puede fallar.