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Los
proyectos personales y los problemas que se nos presentan se trabajan
mejor conociendo la mayor cantidad de datos relacionados.
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Sólo la
información de calidad produce resultados.
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Las
oportunidades y los obstáculos se pueden captar a tiempo o a destiempo.
Cuanta más información recopilemos más posibilidades le brindamos a
nuestra inteligencia. La evolución lógica del cerebro está en la línea
del darse cuenta de la mayor cantidad de cosas posibles. Ignorar o
desconocer, en términos evolutivos, puede ser una debilidad
potencialmente peligrosa.
La mente es más productiva en el darse cuenta de la mayor cantidad de "Qués",
"Cómos" y "Por qués". No saber qué, cómo ni por qué de
algo nos coloca en desventaja siempre.
Naturalmente tenemos barreras internas y externas. El hecho de
conocerlas bien nos permite imponer y aplicar nuestra voluntad para
saltarlas. Ser conscientes de las barreras las debilita y nos es posible
neutralizarlas gradualmente.
Barreras y filtros
Condicionamientos
Las barreras son los condicionamientos limitantes que todos poseemos:
perceptuales, culturales y psicofisiológicos. Son los automatismos e
inercias que hemos visto en el material de autoconocimiento. Debido a
ellos con frecuencia caemos en la pasividad y en la negación, y así
podemos perdemos de captar información relevante. Ejemplo: en un
contrato podemos no leer la letra chica.
Fíjate en las siguientes frases:
Estoy pensando en una fiesta con
con muchos invitados importantes.
El mar es
es mi fuente principal de subsistencia.
Tus amigos resolvieron ir con
con autos alquilados.
Es más probable que hayas fijado primero tu atención en los contenidos y
que después te hayas fijado en los errores.
Filtros en la percepción
Ejemplos:
Seguramente percibes a la figura inferior como mayor.
El cerebro prioriza el ordenamiento "arriba - abajo" y "cerca - lejos"
por sobre el de "izquierda - derecha" y el de "perpendicular -
inclinado". Desestimamos la inclinación que hay respecto de la vertical.
Estimamos la distancia que tienen las líneas verticales entre sí. Como
es menos distancia - en la figura inferior - a la vertical de la derecha
asuminos que la inferior es más grande.
Otro caso:
Seguramente percibes la curvatura de las líneas horizontales.
Aquí, la inteligencia visual opera otorgando el efecto explosión entre
las paredes (líneas superior e inferior). Captamos una distorsión
generada por la expectativa de presión desde un núcleo interno, hacia
arriba y hacia abajo. El pronóstico se transforma en percepción.
Negación
Gran parte del tiempo estamos en contacto con información que por alguna
u otra causa ignoramos o rechazarnos. El propósito es hacerse
conscientes de esta tendencia para poder neutralizarla
Sistemas de creencias y actitudes
Una causa de negación es nuestro sistema de creencias y actitudes. Las
creencias conforman un sistema de compatibilidad de unas con
otras. Ejemplo: si eres budista difícilmente tengas salidas de caza o
pesca; si tienes una determinada ideología difícilmente aceptes las
mismas cosas que una ideología opuesta aceptaría.
Para mantener nuestro equilibrio emocional impedimos que nuestro
sistema de creencias sea maltratado. Cuando nuestro sistema de creencias
es maltratado es posible que experimentemos un malestar. Entonces, suele
ocurrir que negamos y rechazamos a la información que amenaza a nuestro
sistema de creencias y actitudes.
Reacciones posibles
Cuando la información amenaza a nuestro sistema de creencias y actitudes
solemos reaccionar de estas dos maneras:
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Evitamos
y negamos a la información que ataca a nuestras creencias y
actitudes.
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Permitimos la entrada de esta nueva información, la confrontamos y
evaluamos para ver si modificamos nuestro sistema de creencias o no.
La elección inteligente es esta última, ya que siempre arroja
ventajas: o fortalece a tu sistema de creencias o te permite
cambiarlo a tiempo.
"Correcto / Incorrecto"
También ocurre que nuestro cerebro trabaja bajo el principio de "estar
en lo correcto" (debe confiar en sus propios cómputos). De tal
manera que, ante la información que "nos pone en incorrecto", solemos
colocar inconscientemente barreras a su tratamiento. Ejemplo: en un
campo tan estrictamente objetivo como la investigación científica la
historia suele advertir la tendencia a descartar elementos que no avalan
la hipótesis o teoría vigente o aceptada por el investigador.
Saturación
Nuestro cerebro se satura con facilidad ante la información que percibe
como:
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Demasiada quieta o uniforme: "Todo es igual"
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Demasiado móvil o cambiante: "Todo es diferente"
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Demasiado previsible o fácil: "Ya sabemos qué es lo que viene"
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Demasiado imprevisible o difícil: "Nunca acertamos en qué es lo que
viene a continuación"
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Demasiado intensa: "Es mucho de golpe"
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Demasiado leve: "Es poco o nada lo que nos informa"
Ante estas saturaciones - que varían en la forma de afectar a cada
persona - la disponibilidad de atención disminuye.
Dolor emocional
Por supuesto, la información que toca a "nuestras heridas" también es
rechazada automáticamente. Nos alejamos de lo que reestimule a nuestro
dolor emocional sufrido en el pasado.
Podemos gustar de las películas o las novelas que nos conmuevan pero
siempre nos sometemos a la experiencia de manera consciente y estamos
prevenidos. Generalmente, lo que negamos por doloroso entra en el reino
de la información casual o circunstancial.
Extraño / Desconocido
Lo que nos resulte extraño o desconocido adopta algunas de las
características de la información que satura; es demasiado intenso y/o
demasiado diferente y/o demasiado imprevisible o difícil. Por tal
motivo, lo extraño o desconocido también tiene mucha probabilidad de ser
rechazado. Ejemplo: (esto va de lo muy obvio a lo muy sutil) No
toleramos la lectura de un texto que para nosotros esté repleto de
términos desconocidos y, sin embargo, también podemos no ser conscientes
de los términos que desconocemos en un texto que sí aceptamos trabajar.
Pasividad
Es una cuestión de actitud. Al éxito lo construimos, al fracaso lo
padecemos. Tomar control gradualmente de nuestros recursos dispersos
requiere tener la constancia activa de nuestra conciencia.
La pasividad ante lo que percibamos como nuestras barreras internas y
externas implica obtener más de lo mismo: si esto es bueno, no
mejorará y si esto es malo, empeorará.
El caso es que no podemos depender de la "suerte" de procesar
bien siempre ni con una continuidad de información "agradable"
de procesar. Todo apela a hacernos cargo activamente de la
información que captamos.
La aplicación de nuestra iniciativa con suficiente perseverancia
modifica paulatinamente los resultados en nuestro favor. El pequeño
esfuerzo cotidiano configurará a nuestras neuronas para que el esfuerzo
futuro sea cada vez menor.
Patricio Jorge Vargas
- Director de la Escuela de Educación Mental Mentat
Consultas a
patriciojorgevargas@mentat.com.ar