Estrategias simples que mejoran nuestra atención

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La función de atender tiene un triple propósito: captar, orientarnos, permitirnos controlar lo que hacemos.

En tareas dobles tales como conversar y caminar, conducir y hablar por teléfono, esquivar y golpear, etc. - podemos tratar simultáneamente con dos cosas. Esto es posible porque una de las tareas está automatizada (esquivar, caminar, conducir, etc.). Incluso en tareas no automatizadas, como en nuestra proyección hacia metas, podemos sostener simultáneamente dos objetivos no contrarios siempre que la recompensa que esperamos obtener sea atractiva.

No obstante todo lo anterior, la neurociencia ya ha establecido que no estamos naturalmente diseñados para hacer conscientemente varias cosas al mismo tiempo y con eficacia. Procesamos información secuencialmente, principalmente, en todo lo que nos involucramos conscientemente. Nuestro hemisferio cerebral dominante, en todos los humanos, es secuencial. No es que sea imposible la multitarea, sino que es poco efectiva. Estar acostumbrados a ello, como ocurre con quienes utilizan computadoras e Internet desde la infancia, no dice mucho acerca de la efectividad. Lo que la ciencia sí ha determinado es que la estrategia multitarea no sólo es menos efectiva sino que también es menos saludable.

Recuerda: mayormente somos más efectivos al seguir una estrategia secuencial en nuestras tareas.

1.- En ciertas tareas cognitivas es mejor implementar una estrategia combinada entre el procesamiento secuencial y el global; es decir, analizar de manera secuencial aunque manteniendo la máxima apertura de foco para cada parte de la totalidad. En el caso de la lectura, no procesamos naturalmente las palabras en secuencias silábicas o letra por letra, lo hacemos tomando a cada palabra como una totalidad. Y siempre que podemos agrupamos de manera de poder captar conjuntos de dos o tres palabras. De idéntica manera, intencionalmente, podemos tratar con cualquier tipo de información que requiera nuestra atención.

2.- Siempre podemos aumentar nuestra efectividad para una tarea intelectual si neutralizamos las posibilidades de los distractores que por hábito utilizamos simultáneamente en otras actividades (celulares, mails, mensajería instantánea, BlackBerry, etc.). Por ejemplo, si estás desarrollando un escrito pero tienes el programa de correos o mensajería abierto y suena la musiquita que te anuncia la llegada de un nuevo mensaje ¿sigues escribiendo o revisas lo que te ha llegado? Casi seguro que estarás revisando, subestimando las posibilidades de que afecte en algo tu trabajo. Conviene ser drástico; si quieres aumentar tu efectividad en una tarea mental, neutraliza la mera posibilidad de que otras actividades reclamen tu atención.

3.- Trata de dividir tus tareas para que cada ciclo de acción cognitiva que emprendas no se extienda por más de 10 minutos (a partir de entonces la atención declinará inevitablemente). Cambia el foco para distenderte unos instantes, a modo de refresco mental, luego de unos minutos reanuda el proceso. Procura que en cada ciclo de 10 minutos hayas procesado un segmento significativo en su totalidad.