Evadir la evasión

Área relacionada:

Es algo bastante común tener la obligación de prestar atención a algo pero al mismo tiempo estar aburridos. El origen del aburrimiento no interesa tanto como el hecho de que el aburrimiento nos dispara mentalmente a evadirnos de la situación. Y esto nos pone en un problema con pocas alternativas. Pareciera que las opciones sólo son: a) esforzarnos para seguir atendiendo; o b) dejarnos llevar por la imaginación, evadiendo la tarea de atender.

Nuestra cultura nos enseña a reprimir la tendencia a la evasión cuando las convenciones para la situación indican que debemos prestar atención, sea en una conversación o atendiendo una clase, a la vista del docente. Y además, nuestra cultura nos enseña a reprimir cualquier actividad que no sea estar atendiendo lo que el interlocutor o docente dice. Obviamente, no puedes jugar al tetris mientras se supone que atiendes la clase o la conversación.

La mejor respuesta posible a este problema bastante común - si no contamos con suficiente fuerza mental - es hallar el modo de neutralizar la tendencia a la evasión. Para ello, nuestra recomendación práctica para prestar atención en un estado de completo aburrimiento es anclar la mente, lo cual es bastante más fácil de lo que se piensa.

Explicación: para neutralizar la evasión mental sólo tienes que ponerte a garabatear relajadamente en un papel mientras tratas de atender. Haciendo esto le dejas un resquicio a la evasión, pero completamente acotado a una ubicación espacial: la superficie del papel en el que garabateas mientras escuchas. Esto será suficiente para que el aburrimiento se mantenga en un nivel tolerable y la tendencia a la evasión encuentre un canal de expresión sin socavar la tarea de prestar atención.

Pruébalo. En ciertos casos, lejos de ser una muestra de que no prestas atención, puede ser la única manera en que realmente puedas prestar un poco más de atención.