Entrena:

Golpes de vista

Normalmente, a todos nos hace falta distinguir mejor entre mirar y ver. Es tanto como la diferencia entre tener verdadero conocimiento sobre un tema o una mera opinión sin fundamento.

Ver lo que realmente existe, no lo que nos parece que existe, depende de aprender a neutralizar la tendencia de ver principalmente lo que esperamos ver así como de salirnos del automatismo en la percepción.

Y aunque pueda parecer un objetivo trivial, aprender a neutralizar esta tendencia natural tiene la mayor importancia para nuestro rendimiento intelectual, no sólo para nuestro pensamiento crítico, sino también para nuestra memoria y fidelidad de registro.

La ejercitación, en tal sentido, se basa siempre en dos objetivos:

• Hacernos conscientes de detalles visuales que normalmente no vemos aunque les hayamos mirado innumerables veces.

• Aprender a no pasar por alto lo obvio.

Un dato que será de utilidad: si lo hacemos intencionalmente, los ojos pueden registrar en un golpe de vista con una intensidad extra. Uno puede ejercitar esto en cualquier situación y lugar. Veamos unas cuantas:

1. En cualquier lugar, puedes mover tu atención intencionalmente dando golpes de vista ocupando una fracción de segundo cada vez. La imagen retinal de cada vistazo dura apenas un segundo pero sirve al propósito del ejercicio. Primero das un golpe de vista sobre un área, luego cierras tus ojos y verás el área en tu imaginación. Repite el procedimiento hasta que veas y recuerdes todos los objetos del lugar que elegiste, sólo asegúrate de aplicar conscientemente tu atención en el procedimiento tanto como te resulte posible.

2. Practica el desafío de notar detalles minuciosos en ambientes familiares y nuevos. Toma nota de todos los detalles peculiares de un cuarto.

3. Aplicando golpes de vista, mira una imagen en un libro o revista y dibújala de memoria. Hazlo con tantos detalles como sea posible.

4. Revisión de progresos. Una hora después de estar en un lugar pregúntate acerca de detalles que hayas notado naturalmente, como cuántas personas, el color de la vestimenta, cantidad de ventanas, etcétera. Inventa tus propias preguntas.

Aunque estos ejercicios pueden requerir algún esfuerzo, en poco tiempo mejorarán tus capacidades.