La intuición empieza por sí misma
Creo que se trata de uno de nuestros más valiosos
recursos, y que no lo aprovechamos convenientemente en las empresas.
Me permití escribir el año pasado un artículo sobre la intuición,
que apareció en dos importantes revistas y que todavía puede verse
en Internet; el feedback que recibí me mostró la gran expectación
que el tema suscita, y aun me produjo cierta compunción por no haber
profundizado suficientemente en él. Creo que podemos hacerlo
–profundizar– paralelamente todos los interesados, porque hay
valiosos documentos disponibles en la Red.
Mientras, yo les ofrezco mis 40 primeras ideas sobre la intuición en
la empresa. La intuición...
1. La intuición genera señales instantáneas, repentinas, a modo de
súbitos mensajes del interior; pero hay que interpretarlos
adecuadamente.
2. La intuición también podría funcionar de manera continuada, y no
sólo impulsiva, fundiéndose, por ejemplo, con la inspiración o el
designio personal.
3. La intuición en las relaciones humanas tiene bastante que ver con
la empatía; quizá, para buen fin, se nutran mutuamente y actúen en
sinergia.
4. La intuición utiliza distintos niveles o vehículos para
manifestarse, y quizá más de uno a la vez: el físico, el mental, el
emocional y el espiritual.
5. La intuición, según dicen los expertos, nos permite acceder a una
gran reserva de conocimientos de los que no somos conscientes, o lo
somos sólo parcialmente.
6. La intuición viene a ser el modo de pensar “por defecto”, es
decir, el que funciona cuando no aplicamos el pensamiento racional.
7. La intuición parece difícil de definir de modo gestaltista u
holista; más que limitadoras definiciones, encontramos afirmaciones
sobre ella.
8. La intuición es a la vez genética y extragenética; pero es que
también podríamos pensar que es individual y colectiva, como si
participáramos del saber ajeno.
9. La intuición, como objeto de estudio por expertos, es observada
desde distintos ángulos y suscita conclusiones no coincidentes:
quizá eso la hace más atractiva.
10. La intuición, más que un rasgo de la personalidad, es una
función del cerebro; pero el hecho es que cada persona la utiliza de
diferente manera.
11. La intuición podría servir a su propia explicación, con el
riesgo de llegar a conclusiones mezcladas con nuestras creencias y
rechazables por el establishment.
12. La intuición se manifiesta típicamente mediante palabras,
imágenes, sentimientos o sensaciones viscerales, que no siempre
sabemos interpretar.
13. La intuición, reconocida como multiforme voz interior, puede
también mostrarse desde fuera de uno mismo, mediante epifanías.
14. La intuición se presenta a menudo sin avisar, pero también puede
ser llamada, y responder enseguida o tomarse algún tiempo.
15. La intuición parece elegirnos a nosotros –más que nosotros a
ella–, pero eso no significa que no podamos facilitar el encuentro y
recibir sus mensajes.
16. La intuición, innata pero cultivable, parece mostrarse
proporcional a la honradez emocional y a la motivación por saber,
por descubrir y por resolver.
17. La intuición, en su manifestación quizá más cotidiana, nos
permite leer entre líneas y conocer los sentimientos de los demás,
al margen de sus palabras.
18. La intuición parece inseparable de la comunicación, y desde
luego da soporte a la interpretación de los gestos, los movimientos
y la paralingüística.
19. La intuición, según algunos investigadores, contiene la verdad y
es infalible; pero, por si fallaran otros elementos del proceso,
vale alinearse con los más cautos.
20. La intuición es una facultad genuina, y no debemos confundirla
con temores suscitados por el miedo, con deseos o con peligrosas
presunciones de infalibilidad.
21. La intuición tampoco debería confundirse con el instinto, la
adivinación, la creatividad o la inspiración, aunque sí pueda
“fundirse” con ellas.
22. La intuición, al elegirnos, parece seguir criterios de mérito y
disposición receptiva; ayuda más a los íntegros que a los corruptos,
a los generosos que a los egoístas.
23. La intuición presenta fronteras indeterminadas; hay quien
piensa, por ejemplo, que el apetito, además de una forma de estrés,
es una intuición.
24. La intuición complementa al conocimiento, como la inteligencia
emocional complementa a la analítica o académica.
25. La intuición es lo que nos lleva a enamorarnos de una
determinada persona; pero también puede generarnos recelo o
desconfianza hacia otras.
26. La intuición parece depender de la conciencia que tenemos de
nosotros mismos; eso sería, en buena medida, lo que distinguiría a
los más intuitivos de los menos.
27. La intuición podría estar relacionada con una parte de la
inteligencia no residente sólo en el cerebro, sino también en las
vísceras.
28. La intuición, joya de la corona de la inteligencia, es el
sentido verdaderamente humano, que no compartimos con los animales
ni con las máquinas.
29. La intuición, es decir, la revelación intuitiva, puede
producirse en cualquier momento; debemos estar atentos y preparados
para reconocerla e interpretarla.
30. La intuición está detrás de los juicios que hacemos sobre los
demás; esto es algo reconocido, que además sirve para evaluar
nuestra habilidad intuitiva.
31. La intuición parece entrar en resonancia con la personalidad
autotélica y la negentropía psíquica, es decir, con el orden en la
conciencia.
32. La intuición es, por lo anterior, bastante más probable en
estados de calma o paz interior, en que estamos atentos a nuestras
emociones.
33. La intuición parecía reservada, en la empresa, a los ejecutivos,
porque son ellos quienes, más a menudo, pueden tomar decisiones sin
dar explicaciones.
34. La intuición se usa mucho, pero se podría usar más y mejor, y no
sólo al tomar decisiones; pero hemos de separarla de lo que no es
genuina intuición.
35. La intuición no es patrimonio de directivos visionarios o
narcisistas, y no debe confundirse con el mesianismo que lucen;
todos podemos cultivarla.
36. La intuición es motivante; las señales intuitivas nos mueven a
la acción, pero hemos de poner la razón en medio y evitar la
precipitación.
37. La intuición está detrás de muchos logros en materia de
creatividad e innovación, y ha resultado clave en numerosos éxitos
empresariales.
38. La intuición creadora parece exigir, por decirlo así, que
estemos en resonancia con el reto o problema a resolver, o sea, que
lo hayamos comprendido bien.
39. La intuición puede estar muy desarrollada; en esos casos no
accedemos a ella sólo por azar, sino que podemos provocar su
aparición.
40. La intuición permite percibir (presentir) cosas venideras
(aunque no siempre las personas presuntamente visionarias lo son
realmente).
Bueno, ya les decía que seguiré profundizando en la fenomenología de
la intuición, y terminando quizá de diseñar un workshop al respecto,
pero les animo a que lean sobre el tema. Uno puede hacer, por
ejemplo, serendipitosos descubrimientos en Internet... Por cierto,
seguro que hay una sólida conexión entre la intuición y la
serendipidad... Una cosa más: espero que estemos de acuerdo en, al
menos, 30 de las 40 ideas formuladas; pero intenten ustedes
prolongar esta lista.
José Enebral Fernández
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