La mente multisensorial    

La mente es sin duda una de las maravillas más ingeniosas y resistentes de este universo; si se analiza detenidamente el punto, a pesar de todo el esfuerzo que parece que hacemos, toma mucho trabajo dañarla permanentemente.

No obstante su inmaterialidad, nos es indispensable como instrumento para poder funcionar eficazmente en este universo material. Y a pesar de su utilidad, todos intuimos que es básicamente confusa o engañosa. Es obvio que junto con lo mejor de la civilización, también el caos de este mundo es una producción mental.

Mucho de lo que podamos hacer para mejorar las condiciones del trabajo inteligente depende de entender mejor la relación nuestra (como consciencia autoconsciente que somos) con la mente, y las relaciones de la mente con su contrapartida material, el cerebro. Para comprender mejor la relación entre el cerebro y la mente se puede hacer una analogía comparándolos con una computadora (el cerebro) y el conjunto de los programas que tiene instalados (la mente).

Entre las funciones más importantes de la mente (nuestra programación biocultural) encontramos a la representación de la información en imágenes multisensoriales y al almacenamiento de las mismas en bancos de memoria multisensoriales.

La mente, a través de la información almacenada, dirige al cuerpo y sus funciones. Como ejemplo, cada vez que andas en bicicleta, utilizas la información que se programó en tu mente cuando eras un niño y diste tus primeros paseos.

La mente registra en una frecuencia aproximada a las veinticinco imágenes multisensoriales por segundo, casi como una cámara de filmación cinematográfica. Y estas imágenes - que proporcionan un fiel expediente de nuestra existencia - son archivadas e indexadas por tiempo, lugar y acontecimiento.

Si bien los adelantos actuales en informática sobrepasan al cerebro de muchas maneras, sería interesante descubrir cuántos gigas serían ocupados para registrar toda la información de un momento cualquiera de la vida; hay estimaciones hechas que calculan en más de 3 mil millones de bits de datos registrados en las imágenes mentales multisensoriales de apenas un par de meses de existencia normal.

Si alguien dudara de la precisión de los recuerdos almacenados con estas imágenes multsensoriales debería revisar cualquier reseña acerca de los experimentos realizados por el eminente neurólogo y cirujano estadounidense Wilder Penfield. Las dudas quedarán completamente disipadas.

Y es que el cerebro hace un registro holográfico de todo lo que nos ocurre. Karl Pribram, eminente neurofisiólogo norteamericano, elaboró una teoría de la función cerebral basándose en el holograma. Pribram sugirió que la mente y el cerebro funcionan de manera similar al holograma y explicaba la memoria de una manera similar al proceso por el cual, con los datos de un solo punto, podría registrarse y recobrarse una enorme cantidad de información. Así, para recordar una parte de ese banco de memoria en nuestra mente, basta con enfocar nuestra atención en un punto dado. Y nuestra capacidad de recordar algo es análoga a enfocar un haz de láser en un registro holográfico.

Prueba lo siguiente. Fíjate en algo que desees recordar - y que sepas que sí hayas registrado -, luego haz una petición de la información con esta idea in mente:

"Necesito y quiero obtener la siguiente información ........."
 

Sostén este pensamiento en la consciencia por algunos segundos; luego deja de hacerlo y procede a enfocarte en otra actividad. Infaliblemente, de un momento a otro, te verás sorprendido/a con el recuerdo de lo solicitado.

Según lo mencionado antes, la mente es una programación multisensorial y un conjunto de bancos de memoria de imágenes multisensoriales. Y a las imágenes multisensoriales las utilizamos de tres maneras distintas:

1. Para almacenar datos
2. Para controlar el cuerpo y sus funciones
3. Para computar o calcular respuestas a problemas

Una vez que captamos correctamente nuestra relación (como consciencia autoconsciente) con el cuerpo, la mente y el cerebro, notamos que podemos aplicar mejor sus capacidades.

 
Cuando tomamos distancia y comenzamos a verla como algo distinto a lo que nosotros somos, la mente se convierte en un instrumento de verdadero gran alcance.

Patricio J. Vargas Gil
Cofundador
Autor y Director de Cursos
patriciovargas@mentat.com.ar 
direccion@mentat.com.ar

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