Polémica con la memética     

“Los memes: la teoría de los memos"

 

Según el Oxford Dictionary un meme es “un elemento de una cultura que se transmite por medios no genéticos, en particular por la imitación”. Cabe preguntarse cuál es la parte de la cultura que se transmite por medios genéticos (entendiendo que el cuerpo físico de los humanos no es elemento de una cultura).

El concepto de meme apareció hace casi 30 años. Fue el zoólogo Richard Dawkins en su libro titulado “El gen egoísta” quien, en 1976, acuñó el término.

Para Dawkins, los individuos son máquinas reproductoras de genes. Su única función es perpetuar la información genética de una generación a otra, más allá de las aspiraciones de los individuos (el gen egoísta).

Pero, ¿qué nos lleva a pensar esto?¿que los genes nos utilizan? Esto no tiene mucho sentido si entendemos el organismo y sus genes como un todo, no como dos partes independientes en las que la voz cantante la llevan los genes. El organismo no es tal sin sus genes y los genes no existen sin el organismo en cuestión. No los podemos separar.

Pero Dawkins fue un poco más allá al querer extrapolar las características del proceso de la evolución biológica a las de la evolución cultural. Las unidades que codifican la información biológica son los genes, que la transmiten mediante la replicación y la reproducción, ¿por qué no pensar en unidades análogas para la cultura? Dawkins acuñó el término “memes” (por analogía con “genes”) a estas unidades de información cultural y propuso que el mecanismo transmisor debía ser la imitación.

¿Por qué tanto empeño en comparar genes y memes, siendo estos tan diferentes? Para empezar, según Dawkins, los genes se transmiten únicamente de forma vertical, y sólo de padres a hijos, mientras que los memes pueden hacerlo tanto verticalmente (de padres a hijos, de maestros a alumnos...) como horizontalmente (amigos, medios de comunicación...).

Otra diferencia fundamental es que la fidelidad en la transmisión de un meme no determina la vida (o muerte) del individuo que lo recibe. Si los genes de los padres no se copian correctamente, lo más probable es que el nuevo individuo no sea viable, mientras que una interpretación diferente de una idea (meme mal copiado) no perjudicaría al individuo de esa manera.

Mayor diferencia existe en la velocidad de evolución de memes y genes. En teoría, los procesos evolutivos biológicos siguen un modelo darwiniano, pero la evolución cultural parece seguir más bien un modelo de tipo lamarckiano de transmisión de caracteres adquiridos, lo que permite una evolución rapidísima comparada con los procesos darvinianos.

Además, como dicen Robert Boyd y Peter J. Richerson, los memes sufren una transformación sistemática en el paso de un sujeto a otro, un proceso totalmente distinto de la selección natural, que resulta de las diferencias en la velocidad de propagación de los memes.

El vehículo de transporte de los genes siempre es biológico mientras que el de los memes es más amplio (cerebro, libros, vídeos, partituras...).

Entonces, repito, ¿por qué extrapolar?(“Qué duda cabe que al igual que el ganadero selecciona, la naturaleza también lo hace”).

La necesidad de comparar proviene, según la psicóloga Susan Blackmore, de la imposibilidad de explicar cosas como el arte, la matemática, la música o el ajedrez (todas ellas “aptitudes superfluas para la tarea biológica principal: la propagación de los genes”), si no se acepta la hipótesis de los memes. Estas aptitudes resultarían inútiles como ventajas competitivas para sobrevivir en la selección natural, pero comienzan a entenderse cuando se las ve como memes que compiten entre sí. En mi opinión, deberían dejar de crear nuevas teorías si lo que hace falta es revisar las ya existentes. Incluir la cooperación y no basarse únicamente en la competencia no complicaría tanto los modelos de evolución.

Volviendo a Dawkins, este llega hasta el punto de decir que los memes deben ser considerados como “estructuras vivas, no sólo en sentido metafórico sino técnico”, que parasitan los cerebros al igual que los virus lo hacen con los organismos. La cultura sería el campo de batalla donde los memes compiten al estilo darviniano para imponerse unos sobre otros. Los memes serían tan egoístas como los genes. Si poseen un valor de supervivencia, en sentido evolutivo, no es para que sobrevivan los individuos portadores sino el propio mensaje memético.

Esta forma de hablar tan metafórica puede llevarnos a conclusiones que nos pueden hacer pensar que Dawkins es un bromista y que nos toma el pelo. Estoy de acuerdo en que los mensajes genéticos o meméticos perduran sobre el individuo que los porta, pero esto no quiere decir que tengan una intencionalidad, ya que esto nos llevaría a una conclusión, a mi parecer, absurda: los memes tienen vida propia y controlan nuestra conducta.

Qué fácil sería todo entonces: gracias a Dawkins es posible renunciar a la estupidez humana como hipótesis explicativa de los lavados de cerebro de las sectas y las religiones, la creencia en la necesidad de las guerras (como está sucediendo ahora), la propagación neurótica de falsedades, las supersticiones, las leyendas urbanas, la “tele-basura” y un largo etcétera. ¡En realidad somos víctimas de estos virus mentales!

Bromas aparte, estas teorías suelen ser utilizadas por la retórica y el pensamiento neoliberal para fundamentar su postura de ataque al Estado de Bienestar, y eximir al Estado de la responsabilidad de los problemas de la sociedad que gobierna, otorgando todo el peso de las situaciones de desventaja social exclusivamente a los individuos que las padecen. (Es lamentable que la inteligencia política del hombre esté cien veces menos desarrollada que su inteligencia científica).

Un ejemplo de su retórica lo podemos encontrar en las palabras de Richard Brodie, que sostiene que “los virus mentales infectan a los niños y son los responsables de calamidades como la delincuencia juvenil, la mala calidad educativa y las familias monoparentales” (!!!!!)

<<En fin, ¿qué se le va a hacer si el joven decide imitar el meme de la delincuencia? ¿Qué podemos hacer nosotros que no controlamos ese virus mental?.>>

Aquí se nos plantea una contradicción porque también se nos dice que los memes son “entidades abstractas e inconscientes, sin propósito real alguno. Las leyes de la evolución los hacen comportarse de esta manera, como si tuviesen voluntad propia, pero en realidad no la tienen, y por lo tanto no son responsables en el sentido que le damos normalmente a esa palabra.”

Que lío: ¿Controlamos a nuestros memes o ellos nos controlan a nosotros? ¿De quién es la responsabilidad? El argentino Pablo David Flores lo tiene muy claro:”Somos responsables de nuestros memes”...O a lo mejor no tanto: “Eso no significa que podamos elegir lo que pensamos y creemos”.

Si nosotros como individuos tenemos la capacidad de meditar, ponderar, dudar, aceptar o rechazar la información que nos llega, ¿no estamos eligiendo lo que pensamos?

El problema que yo observo aquí es que es muy difícil distinguir lo que son memes de lo que no (quizás la definición de meme debiera ser revisada): ¿La reflexión crítica sería un meme? Podría serlo en el sentido de que tus padres o profesores te enseñan a pensar (con esto me refiero a que te enseñen el sentido de pensamiento crítico, no que te enseñen a pensar como ellos).

De nuevo, el lenguaje poco aclarativo (no porque el autor se exprese mal sino por el reducido espacio que puede ofrecerte un artículo para expresarte) puede llevar a conclusiones contradictorias: si te han enseñado a ser crítico, ¿cómo puedes estar “dirigido” en tu forma de pensar?

Sin embargo, podemos hacer otra interpretación de las palabras del argentino con un ejemplo: Imaginemos el extraterrestre o el monstruo de ciencia-ficción jamás imaginado, el más raro, el más increíble que podamos. Cada uno de nosotros dejará volar su imaginación de forma diferente pero todos esos monstruos tendrán algo en común: todos tendrán algo que nos resulte familiar, como puede ser una boca, ojos, brazos...No hay más que analizar las criaturas creadas por el mundo del cine como los extraterrestres de “Encuentros en la tercera fase”, “Alien”, “Mars Attack”, “Depredador”, “Monstruos S.A".....). La fisionomía de estas criaturas siempre va a tener algo de nuestro mundo, tanto del animal y vegetal como del mundo inanimado.

Con este sentido sí podemos entender que los memes, o nuestras experiencias personales aprendidas acoten nuestro pensamiento en un marco, dentro del cual somos libres de elegir.

Y respecto a qué es un meme y qué no, podemos seguir citando contradicciones: Para Dawkins las ideas científicas no son virus porque son objetivas y están sujetas a prueba. Pero también admite en su libro de 1976 que la teoría de Darwin no deja de ser un meme, con lo que pone en duda su objetividad.

Por otra parte, parece ser que para Susan Blackmore existen distintos grados de memes porque aunque admite que la ciencia es un complejo de memes, no acepta equipararla con la religión, a la cual presenta como un “meme viral”. Si los paradigmas científicos son memes, ¿por qué no pueden infectar las mentes como cualquier otro meme? Blackmore no puede aceptar esto porque resta objetividad a sus palabras.

La tesis de Susan Blackmore propone que los memes podrían haber obligado a los genes a hacer de nosotros lo que hoy somos, ya que “sólo nosotros, en el pasado, adquirimos la capacidad de una imitación generalizada, y es en eso en lo que nos distinguimos de los millones de especies que pueblan el planeta”.

El desarrollo del cerebro humano habría surgido ante la necesidad de albergar más memes (la verdad es que no es mucho mejor que la teoría de su desarrollo como mecanismo de defensa ante los posibles daños causados por el calor del sol) y también ante la necesidad de conducir a los individuos a copiar a los mejores imitadores (los genes se asegurarían de que sus portadores copiaran sólo los comportamientos útiles para la supervivencia).

Según Blackmore, “los mejores imitadores adquirirían un mayor rango social, multiplicando sus oportunidades de supervivencia”...¿las personas con puestos en la alta sociedad son “más aptos” que los de clases sociales más desfavorecidas? Esto es puro elitismo.

Para colmo, Blackmore dice: “Al escoger al mejor imitador como compañero, las mujeres difundirían los genes necesarios para copiar los rituales religiosos, las canciones, los bailes, etc.”

¿Son los hombres los que tienen la inteligencia para darse cuenta de que un comportamiento es útil para la supervivencia (y por lo tanto lo imitan) y las mujeres sólo estamos para elegir al más dotado y transmitir sus genes a la descendencia? ¡¡¿Somos nosotras la selección natural?!! (Lo bueno de haber escogido este tema para hacer mi trabajo es que te puedes reír mucho si te lo tomas con filosofía).

La teoría Memética no deja de ser un intento reduccionista de explicar un fenómeno tan complejo como la cultura. Esto, sin proponérselo, es lo que dice F. Heylighen: “En la práctica nunca se da que los factores permanezcan igual, pero ese es un problema de todo modelo científico: siempre hay que simplificar e ignorar influencias potencialmente importantes. La cuestión es hacerlo del modo más prudente, e incluir el máximo número de variables relevantes sin hacer el modelo demasiado complejo.”

Basándose en esto, Blackmore ignora que los animales también imitan (las ballenas y delfines imitan sonidos y acciones, muchas aves reproducen cantos, los chimpancés imitan los métodos para cazar termitas, los pájaros aprenden a reaccionar ante sus depredadores...) y lo hace diciendo que “la imitación animal estriba lisa y llanamente en una conducta innata”.

Realmente nadie está en posesión de la verdad, ya que los memes son indiferentes a esta. Las ideas o memes que perduran no lo hacen por ser portadores de una verdad sino por ser buenos replicadores de sí mismos, de la misma manera que la Historia la hacen los vencedores sin que les importe demasiado la verdad de lo que narran.

Por lo tanto, la memética sólo triunfará si pasa de cerebro en cerebro por simple imitación, no por “aportar explicaciones mejores que sus teorías rivales y ofrecer predicciones válidas y comprobables”, como dice Blackmore.

Elena Hernández Subirá


BIBLIOGRAFÍA

“Memes: los genes de la cultura” Susan Blackmore. Investigación y ciencia. Diciembre 2000.

WEBOGRAFÍA

“Memes: los genes del pensamiento” Pablo Capanna.
www.geocities.com/juegosdeingenio/lecturas/memes.htm

“¿Qué son los memes? Introducción general a la teoría de memes.”
www.sindominio.net/biblioweb/memetica /memes.html

“Memes y personas” Pablo David Flores.
www.angelfire.com/ego/pdf/sp/lp/memes-y-personas.html

“La estructura de los memes” F. Heylighen.
http://galeon.hispavista.com/filoesp/artics/estructura_memes.htm

“Memes, qué memética pasión” Miguel Ángel García.
www.team2it.net/libros/criticon31.html
 


 

 

 

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