¿Mente sobre materia? Cómo tu cuerpo hace a tu pensamiento   

 

 

Nuestra habilidad para pensar siempre se ha considerado central en lo que nos hace humanos. Las investigaciones actuales sugieren que nuestros cuerpos y sus relaciones con el medio gobiernan aún los pensamientos más abstractos.

 

Esto incluye pensamientos de números al azar así como decidir si hacemos un relato de experiencias negativas o positivas.

 

“Los defensores de las explicaciones tradicionales de la cognición se sorprenderán”, dice Tobías Loetscher, de la University of Melbourne en Parkville, Australia. “Ellos generalmente consideran que la razón humana involucrada en procesos cognitivos abstractos carece de cualquier conexión con el cuerpo o el espacio.”

 

Hasta hace poco, la asunción ha sido que nuestros cuerpos contribuyen sólo a nuestras interacciones más básicas con el medio, precisamente en procesos sensoriales y motores. Los nuevos resultados sugieren que nuestros cuerpos también son aprovechados para producir pensamientos abstractos, y que incluso las actividades aparentemente más insignificantes tienen el poder de influenciar en nuestro pensamiento.

 

Las pistas de que nuestros cuerpos pueden jugar un rol en los pensamientos pueden hallarse en las metáforas que usamos para describir situaciones, tales como * “Me dejó helado” o “Ella captó muy bien la idea”.

 

Hace 30 años, tales observaciones guiaron al lingüista y filósofo George Lakoff, de la University of California, Berkeley, junto al filósofo Mark Johnson, de la University of Oregon, en Eugene, a proponer la “teoría de la metáfora”, la noción de que pensamos en conceptos abstractos en términos de cómo funcionan nuestros cuerpos. Ahora, las evidencias a favor de la teoría han comenzado a llegar. En 2008, por ejemplo, los investigadores hallaron que a las personas que se les hacía sentirse excluidas reportaban sentir físicamente más frío.

 

Actualmente, Loetscher y sus colegas han conectado nuestra habilidad de pensar números al azar – un ejemplo de pensamiento abstracto – a movimientos corporales.

 

Su equipo solicitó a 12 hombres diestros que generaran una lista de 40 números, cada uno entre 1 y 30, en una secuencia tan aleatoria como fuera posible. Los investigadores grabaron los movimientos oculares horizontales y verticales de los hombres a medida que pronunciaban los números al ritmo de un metrónomo.

 

El equipo halló que los movimientos oculares podían utilizarse para predecir el tamaño del próximo número antes de que la persona lo pronunciara. Si un voluntario miraba a la izquierda y de arriba a abajo típicamente elegiría un número que era más pequeño que el número previo, y si miraba arriba y a la derecha, elegiría un número más grande que el previo. (Current Biology, DOI: 10.1016/j.cub.2010.01.015). Lo que es más, la extensión a la cual el sujeto miraba en una dirección particular se correlacionaba con la extensión en la cual el número era más grande o más pequeño que el número previo. El resultado sugiere fuertemente que el pensamiento abstracto está ligado a los movimientos físicos de nuestro cuerpo, dijo Loetscher.

 

Pero ¿Por qué dos cosas aparentemente inconexas – los movimientos aparentemente insignificantes de los ojos y los números al azar – están conectadas? Lakoff, quien llamó al experimento de Loetscher un “ejemplo particularmente bello” de cognición encarnada, dijo que esto tiene que ver con el desarrollo de nuestra habilidad para pensar durante la infancia.

 

Lakoff da cuenta de que los voluntarios están utilizando dos conjuntos de metáforas para imaginar números: que arriba es más y que abajo es menos, y que a la derecha es más y a la izquierda es menos. Tales metáforas podrían haber sido aprendidas y cableadas en el cerebro en una edad temprana.

 

Un niño mirando como se está llenando un vaso de agua, o construyendo con bloques apilándose unos sobre otros, aprenderá que el incremento de altura significa cantidad más grande, por ejemplo. Las regiones del cerebro separadas que procesan cantidad y altura podrían luego haber sido enlazadas en el cerebro en desarrollo, dice, conduciendo a nuestra comprensión neuronalmente cableada de la metáfora arriba es más.

 

De manera similar, las personas diestras pueden aprender a conectar derecha con más porque es la mano dominante para ellos.

 

De todas maneras, lo que no queda claro en el experimento de Loetscher, es si los movimientos oculares conducen a la selección de números o si la selección de números dispara los diferentes movimientos oculares.

 

Para probar si los movimientos pueden dirigir a los pensamientos, Daniel Casasanto, del Max Planck Institute for Psycholinguistics in Nijmegen, Noruega, se dirigió a las metáforas que usamos para hablar de nuestros estados de ánimo. "Difícilmente podremos ayudar a mapearlos dentro de un esquema vertical y espacial, con lo bueno en el tope final, y lo malo en la parte inferior”, dice Casasanto. "Hablamos de estar elevados en la vida, o que nuestro estado de ánimo sube, o que nos sentimos por el piso”.

 

Su equipo solicitó a 24 estudiantes mover canicas desde una caja a un estante alto o a uno más abajo, o viceversa, mientras hablan acerca de eventos que tenían significado emocional positivo y negativo, tales como una ocasión en la que se sintieron orgullosos o avergonzados de sí mismos.

 

Como resultado, los estudiantes fueron significativamente más rápidos en recuperar y volver a contar historias que concordaban con las metáforas implícitas en sus acciones.

 

Así, si movían las canicas hacia arriba, ellos eran más rápidos para recuperar historias con contenidos emocionales positivos que aquellas relacionadas con emociones negativas, y viceversa. (Cognition, DOI: 10.1016/j.cognition.2009.11.002).

 

Los resultados conducen a una cuestión más profunda: ¿Tienen los movimientos físicos el poder para cambiar no sólo la velocidad a la que la gente habla, sino también lo que eligen para contar o aún sobre lo que pensar? El siguiente experimento de Casasanto encontró que sí.

 

A medida que los estudiantes estaban moviendo las canicas arriba o abajo se les hicieron preguntas neutrales, tales como "cuéntame lo que ocurrió ayer”. En esta tarea, los sujetos fueron más propensos a hablar de acontecimientos positivos cuando movían canicas hacia arriba, y narrar historias negativas cuando movían hacia abajo las canicas. "¿No es algo que da miedo?" Casasanto pregunta.

 

Si los movimientos corporales condicionan nuestros pensamientos, Casasanto razonó que la gente que usa su cuerpo de manera diferente tendría pensamientos diferentes. Para probar esto, se concentró en personas zurdas. Solicitó a 286 estudiantes, 40 de los cuales eran zurdos, hacer juicios acerca de personajes de dibujos animados llamados Fribbles. Una página contenía 12 pares de Fribbles y los miembros de cada pareja parecían similares aunque tenían características distintivas. En cada par un miembro era colocado a la derecha y el otro a la izquierda de cada cuestión.

 

Las cuestiones solicitaban a los estudiantes rodear con un círculo a uno de cada pareja basándose en su juicio de las características personales, tales como honestidad, felicidad, inteligencia y atractivo. Estaban redactadas de manera positiva (que Fribble es el más atractivo) o negativamente (que Fribble parece menos atractivo).

 

Los investigadores hallaron que 210 estudiantes preferencias hacia la  izquierda o hacia la derecha. Y de estos, el 65 % de los zurdos atribuyeron los atributos positivos más a menudo a los Fribbles en la izquierda, mientras que el 54 % de los diestros vio atributos positivos en los Fribbles a la derecha (Journal of Experimental Psychology, DOI: 10.1037/a0015854). "Los diestros piensan  que la derecha es buena, y los zurdos piensan que la izquierda es buena," concluye Casasanto.

 

Este sesgo para atribuir virtudes positivas a nuestro lado dominante puede reflejarse también al decir cosas como “este hombre es mi mano derecha” o “dos pies izquierdos”, lo cual puede haberse originado debido a que la mayoría de las personas son diestras.

 

Si las características inherentes de nuestros cuerpos son responsables de nuestros pensamientos abstractos ¿Cómo será para cuerpos que son drásticamente diferentes a los nuestros?

 

Lakoff dice que si los extraterrestres inteligentes existen, podrían tener cuerpos muy diferentes y por lo tanto haber desarrollado muy diferentes pensamientos abstractos – incluso quizás un sistema matemático diferente. “La gente asume que la matemática es objetiva y que cualquier cuerpo tendría la misma matemática,” dice Lakoff. "Pero no hay ninguna razón para creer eso.”

 

Si nuestra capacidad para el pensamiento abstracto se encuentra estrechamente ligada a nuestro ser físico, ¿las máquinas inteligentes también necesitarían cuerpos?

 

Es una cuestión que está siendo investigada. El especialista en robótica, Josh Bongard, de la University of Vermont, en Burlington, dice que los cuerpos físicos de los robots y el modo en el que ellos interactúan con el medio podría ser la clave para crear la capacidad de pensamiento inteligente abstracto. Para empezar, Cynthia Breazeal y su equipo, del Massachusetts Institute of Technology, ya han creado robots antropomórficos que usan el conocimiento de sus propios cuerpos para reconocer los estados mentales de humanos con los que interactúan.

 

El desarrollo de estos robots también puede promover el estudio de la cognición encarnada – la idea de que aún los pensamientos abstractos están arraigados en el mundo físico, dice Bongard. "Los robots proveen una perspectiva única de la cognición encarnada ya que se puede intervenir en cualquier parte de un robot - su cuerpo o su cerebro - y observar el impacto en el comportamiento. Esto es algo que normalmente no es posible con animales o personas".

 

No obstante, Kevin Gold, del Wellesley College, en Massachusetts, es más circunspecto acerca de si las máquinas que piensan necesitarán cuerpos. Argumenta que las máquinas provistas con modelos matemáticos de razonamiento y pensamiento abstracto – pero no cuerpos – pueden todavía ser altamente inteligentes. “Es todavía una cuestión abierta si necesitamos llegar lo más cerca posible a la cognición humana para hacer inteligencia de nivel humano,” dice.

 

Anil Ananthaswamy, New Scientist

 

* Se sustituyeron las frases de ejemplo por equivalentes en español, con contenidos diferentes pero ajustadas al caso. Las frases originales son: “… I was given the cold shoulder" or "she has an excellent grasp of relativity"


 

 

Comparte esta información

Guarda este artículo en formato PDF

 

 

 


 

Valora este artículo

 

 

 

 

 


 

 

 

 

E-LEARNING

INFORMACIÓN SOBRE INSCRIPCIONES AL CURSO MENTAT GOLD



 

Tratamiento, Estilo y Calidad

 

Puedes tener una muestra importante del tratamiento, estilo y calidad de los contenidos de nuestros cursos; para ello, te sugerimos explorar detenidamente la sección Tips y Artículos de nuestra Web. Son contenidos que se actualizan permanentemente, se compilan y se publican con acceso libre de los visitantes. En su mayoría, es contenido propio de nuestra Escuela y nos enorgullece saber que es lectura recomendada en los estudios formales y en la capacitación de miles de estudiantes y profesionales de Hispanoamérica y España. Docentes y capacitadores de todas partes nos manifiestan sus deseos de incluir estos contenidos en sus materias. Sin dudas, no hallarás nada similar en otras propuestas acerca de estos temas. Puedes constatarlo por ti mismo. Nuestros cursos no son gratuitos - todo nuestro trabajo es autofinanciado - no obstante, tratamos de ser generosos en cuanto al material de acceso libre que ponemos a disposición de los visitantes.


 

Más artículos de Educación Mental         Recomiéndanos

 

Home    Artículos    Mensa    Librería    Cursos    Tips    Links    Contacto    Suscripción    Presentación

 

Última modificación de la página:18/09/2011

Copyright: © 2002, 2003, 2004 por Ment@t

Todos los derechos reservados acerca de, concepto, diseño, imágenes y contenido
  mentat@mentat.com.ar

Optimizado para Internet Explorer y área de pantalla de 800 x 600 píxeles