Mnemotecnia con el cuerpo

Siempre decimos que la Mnemotecnia es multisensorial. Cuando imaginamos las cosas con la mayor cantidad de sentidos posibles - tal cual aconsejan todos los expertos - obtenemos la mayor intensidad de la imagen mental y es fácil recuperarla más adelante. Si la neurociencia demostró que para el cerebro no hay mucha diferencia entre imaginación y experiencia se entiende que alcanza perfectamente con un buen uso de la imaginación.

Ahora bien, otra razón por la cual los expertos hacen caso omiso de la verdadera multisensorialidad seguramente es que lo que imaginan muchas veces es estrambótico, exagerado, o físicamente imposible de hacer en la realidad.

No obstante la tradición en mnemotecnia, como veremos a continuación, existen más posibilidades cuando replanteamos la memorización con técnicas que utilizan al cuerpo como interfaz cognitiva en vez de utilizar la "pantalla mental" habitual.

Te proponemos una experiencia directa de memorización con el cuerpo:

Sin tiempo, para hacer en un momento de tranquilidad.

Consigna: Memorizar la disposición exacta de 20 objetos colocados por otra persona en una mesa.

Para la descripción de la experiencia vamos a llamar a los objetos con una letra mayúscula en el orden del abecedario; al primer objeto, objeto A, y los sucesivos irán llamándose objeto B, C, D... etcétera. No tienes que anotar nada, sólo sigue las instrucciones al pie de la letra.

Procedimiento simple:

1. Otra persona coloca 20 objetos sobre una mesa vacía. No tienes que ver el proceso, permanece de espaldas o con los ojos vendados.

2. Date vuelta - o abre los ojos - y mira la mesa con los objetos ordenados.

3. Bien. Toma en tus manos a un objeto A - lo recordarás fácilmente como el primer elemento para comenzar a reconstruir el ordenamiento que la otra persona realizó. Hazle algo al objeto A - algo real, cualquier cosa. Trata de no hacer siempre las mismas cosas, puede ser que le empujes, le golpees, le levantes, le atraigas, le rechaces, le cubras, etc. ... Sólo es necesario que hagas una única acción sobre el objeto. Luego déjalo un instante en el lugar en el que estaba.

4. Agarra nuevamente al objeto A y haz que el objeto A le haga algo - cualquier efecto físico - al objeto B - que esté al lado, pero sin deshacer el ordenamiento de objetos en la mesa. Deja al objeto A sobre la mesa.

5. Haz que el objeto B le haga algo al siguiente objeto C. Deja al objeto B sobre la mesa.

6. Con el objeto C en tus manos, haz que le haga algo al objeto D... Deja al objeto C sobre la mesa.

7. Y así sucesivamente, hasta que llegas al último objeto T.

8. Con el último objeto (el objeto T) en tus manos, haz que el objeto T te haga algo a ti.

9. Deja el objeto T en su lugar y mirando los objetos en la mesa repasa brevemente todos los pasos.

10. Mezcla todos los objetos de la mesa o quítalos. Luego comienza a reconstruir las acciones con los objetos. Al reconstruir las acciones vas recuperando la posición de cada objeto. *Por ejemplo, hipotéticamente, mordiste al objeto A. Luego el objeto A empujaba fuerte al objeto B. El objeto B revoloteaba sobre el objeto C. El objeto C se esconde detrás del objeto D. El objeto D golpea rítmicamente al objeto E... y así sucesivamente... hasta que llegas al objeto T, que se monta en tu nariz.

Obviamente, la descripción es exageradamente más compleja que lo que tienes que hacer. Sin embargo, sólo lleva unos instantes y es una demostración experimental completamente práctica, al alcance de todo el mundo.

Por Patricio Jorge Vargas

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