Transhumanismo
SUMARIO: 1. Definición, fines y medios; 2. Breve
historia y autores; 3. Fundamentos antropológicos y éticos; 4.
Implicaciones bioéticas. Una lectura crítica; 5. Bibliografía.
1. Definición, fines y medios
El transhumanismo es un movimiento intelectual y cultural que
sostiene la posibilidad y obligatoriedad moral de mejorar las
capacidades físicas, intelectuales y psíquicas de la especie humana
mediante la aplicación de nuevas tecnologías y la eugenesia, con la
finalidad de eliminar todos los aspectos indeseables de la condición
humana como la enfermedad, el sufrimiento, el envejecimiento, e
incluso la muerte. El objetivo del Transhumanismo es llegar a una
especie transhumana, con mayores capacidades físicas, psíquicas e
intelectuales y, posteriormente, a un posthumano, un ser que ya no
será humano sino superior a él.
El transhumanismo se llevará a cabo mediante ingeniería genética,
eugenesia embrionaria y prenatal, nanotecnología y biotecnología
aplicada al cerebro y a potenciar las capacidades sensoriales y
cognitivas del hombre. Mediante fármacos que controlen el bienestar
emocional y reduzcan el impacto negativo de ciertas experiencias
actuando sobre los centros de control y neurotransmisores. Mediante
el uso de píldoras de la personalidad que eliminen aspectos
negativos como la timidez o que aumenten la capacidad creativa y
emocional. Mediante la ampliación de la expectativa de vida
utilizando terapias genéticas o métodos biológicos que bloqueen el
envejecimiento celular. Mediante la existencia post-biológica,
realizando un escaneo de la matriz sináptica del individuo y
transmitiéndola después a un ordenador, una especie de emigración de
un cuerpo bilógico a un substrato puramente digital. También
mediante la creación de “máquinas superinteligentes”, que combinan
Inteligencia Artificial con parte orgánica, serán los denominados
cyborg (cybernetics-organism), mitad ordenador, mitad orgánico. Por
último, mediante la crioconservación de pacientes enfermos o
fallecidos y la reanimación futura de pacientes en suspensión
criogénica.
2. Breve historia y autores transhumanistas
El transhumanismo, según ha afirmado uno de sus máximos exponentes,
el sueco Nick Bostrom, Profesor en la Universidad de Oxford y
Presidente de la Asociación Transhumanista Mundial, encuentra sus
raíces en el pensamiento clásico y moderno, en el deseo constante de
adquirir nuevas capacidades para el hombre mediante el uso de la
técnica y de la ciencia. En la Revolución Científica y el desarrollo
del empirismo anglosajón de la Edad Moderna, el Transhumanismo
encuentra los pilares fundamentales que sustentan su visión:
confianza desmesurada en la ciencia y concepción puramente material
del hombre, o dicho con otras palabras, el hombre es una máquina y
mediante la ciencia potenciaremos su funcionalidad y sus
posibilidades. El “hombre-máquina” de La Mettrie, obras como El
origen de las especies de Darwin y el desarrollo de la Inteligencia
Artificial contribuyeron enormemente a que se fuera forjando la
mentalidad primero llamada “futurista” en Estados Unidos (con
autores como Drexler, Moravec, Peterson, Ettinger), y posteriormente
“Transhumanista” (Bostrom, Sandberg, More, Hughes).
3. Fundamentos antropológicos y éticos
Desde el punto de vista de su fundamentación filosófica, el
transhumanismo se sustenta en una antropología materialista de raíz
empirista por la que se concibe al hombre como algo puramente
material sin ningún espacio para la realidad metafísica o
trascendente. Además, la explicación del funcionamiento humano es la
del neurobiologicismo funcionalista, es decir, el hombre reducido al
funcionamiento, más o menos perfecto, de sus conexiones neuronales.
Todo ello unido a una fe ciega en la ciencia. Además, la perspectiva
ética desde la que se mueve es fundamentalmente utilitarista y
liberal. En la mayor parte de los casos los autores son ateos o
agnósticos. Según algunos autores estamos en la última etapa del
desarrollo del homo sapiens, en la era del homo technologicus, que
tiene en sus manos la posibilidad de continuar la evolución de la
especie humana hacia una superior, mejor y más feliz, utilizando
todos los medios tecnológicos a su alcance.
4. Implicaciones bioéticas
La teoría transhumanista plantea numerosas cuestiones tanto de orden
teórico como práctico, sus autores no han contestado todavía a
muchas de ellas. En primer lugar, la tesis transhumanista parte de
un postulado todavía no demostrado, a saber, el hombre es un ser que
se reduce solo y exclusivamente a sus conexiones neuronales. El
fisicalismo neurobiologicista todavía no ha sido demostrado
satisfactoriamente, es más, encontramos cada vez más autores que
sostienen la tesis del no reduccionismo materialista del hombre. Hay
otra cuestión de fondo importante: Quién me dice que cuanto más
perfecto sea física y psíquicamente, que cuántas más capacidades
tenga voy a ser más feliz. ¿Qué es la felicidad? ¿Qué significa ser
mejor o más perfecto, quién lo determina? La respuesta a esta
pregunta no estriba en una cuestión meramente material sino moral y
ontológica. Ser mejor o ser feliz no depende solo de cuestiones
materiales. La ecuación perfección física igual a felicidad no es
siempre real, es más a veces se puede dar el caso contrario. Lo que
realmente es el hombre, y lo que le hace feliz, está fuera de un
cálculo meramente material.
Hay después una serie de cuestiones de carácter práctico a la hora
de poner por obra el plan transhumanista: selección embrionaria y
eliminación eugenésica de embriones y fetos con defectos, problemas
derivados de la nanotecnología aplicada al cerebro y neuroética,
problemas de la crioconservación, uso de fármacos que cambien la
personalidad, problemas de distribución de recursos, etc. En
conclusión, aunque en teoría el transhumanismo pueda tener un fin
bueno, hacer de la vida del hombre algo mejor, fin hacia el que ha
tendido siempre la medicina, la ciencia y en general el progreso,
este fin no puede ser alcanzado a través de cualquier medio. En el
núcleo de esta teoría encontramos la pérdida del sentido del valor y
la dignidad del hombre, que hacen de este un ser especial en el
resto de la naturaleza, aún con sus límites y finitud. La no
aceptación de la realidad humana hace que el hombre forje un futuro
utópico, puramente material, que le lleva fuera de los cauces
humanos, incluso programando su propio exterminio.
Elena Postigo Solana
http://www.bioeticaweb.com
5. Bibliografía
- Nick Bostrom, “A History of Transhumanist Thought”, Journal of
Evolution and Technology, Vol 14, 2005.
- Nick Bostrom, Why I want to be a Posthuman when I Grow up (en
prensa).
- Simon Young, Designer Evolution. A Transhumanist Manifesto. New
York, 2006.
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