Aprender sin barreras: pasividad versus responsabilidad
Cada vez más, para muchos, la educación presencial representa un problema
de distancias y tiempo. La necesidad de capacitarnos es progresivamente
mayor y el tiempo disponible es el mismo o es incluso menor. A ello se
suma que los problemas metodológicos del trabajo mental parecieran
empeorar.
Sin embargo, y a menudo, la educación a distancia se suele desaprovechar
por falta de autodisciplina y motivación. Como estudiantes, muchas veces
nos acostumbramos a apoyarnos en el ritmo grupal y/o en el efecto
psicológico de la presencia del docente.
El e-learning (aprendizaje por medios electrónicos) resuelve muchísimos
problemas de capacitación pero, en cierta medida, cuenta con la falta de
motivación y de autodisciplina mencionadas y algunos problemas como el
miedo a lo nuevo, los costos de conectividad para el usuario o las
inversiones que deben asumir las instituciones.
Además, se mantiene intacto el problema metodológico del estudiante. Por
más que aumentemos la tasa de aprendizaje "utilizando realidad virtual y
conectividad superveloz", el procedimiento intencional para aprender del
estudiante podría quedar sin reformularse. El aprendizaje basado en medios
electrónicos es superior en muchos aspectos, pero aun no resuelve la
necesidad de una mayor autonomía para trabajar con la mente.
Sutilmente se cae en la ingenuidad al llevar la responsabilidad del
trabajo mental fuera de nosotros mismos; el docente, la tecnología o la
institución podría "parecernos" que son los principales actores del
aprendizaje, pero no lo son; somos nosotros, es nuestra mente y es nuestra
propia habilidad. Tanto en la educación presencial como en la educación a
distancia los únicos responsables por el aprendizaje somos los individuos
que estudiamos. El trabajo de nuestra mente con los materiales no es
responsabilidad de nadie más que de nosotros mismos.
Independencia tutorizada
No obstante, el aprendizaje por Internet no tiene barreras si tomamos los
elementos mínimos indispensables y nos enfocamos en nuestro aprendizaje de
la misma forma que debemos hacerlo en la educación presencial. La
educación a distancia, hoy día, es todo lo contrario a lo que su nombre
dice: es verdaderamente educación sin distancia ni horarios, es más
personalizada que la educación presencial y aunque es más libre, fomenta
una mayor responsabilidad.
La ventaja principal de la educación a distancia es la posibilidad de
personalizar nuestra capacitación mediante el
servicio de una tutoría. Preguntar e interactuar con una tutoría no
depende de un horario ni de la cercanía. Seguir sus recomendaciones no
implica una obligación sino aprovechar una ventaja más, ya que están
dirigidas específicamente a nosotros, según nuestro propio progreso y
dedicación.
Aprender mediante Internet puede significar aprender sin distancias, sin
barreras y con ventajas especiales. Cuando contamos con la ayuda continua
de un tutor tenemos una ventaja que la educación presencial no puede
brindar: la personalización en la ayuda y en el seguimiento de nuestras
actividades. Progresivamente deriva en el desarrollo de nuestra habilidad
y autonomía para aprender y resolver problemas.
En este sentido, la tutoría de nuestra escuela está disponible
especialmente para ayudarte en el desarrollo de tus capacidades y
habilidades intelectuales; el interés está puesto especialmente en
fomentar tu independencia y disposición intencional para aprender y
resolver problemas de trabajo mental.
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Última modificación de la página:19/02/2004
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