El
área gris
Para nuestros fines, confrontar es mirar las
cosas tal cual son, sin evaluarlas, y haciéndonos conscientes
completamente de ellas.
Resultaría demasiado abrumador tomar de la mente a todos los elementos
enterrados y sin confrontar - por dolor o por miedo - para abrirlos a
nuestra conciencia todos al mismo tiempo. Sería demasiado duro.
Y por esta razón nos mantenemos a nosotros mismos bloqueados, ya que
seríamos aplastados si abriéramos estas compuertas.
Sin embargo, seguimos acumulando más y más cosas no confrontadas
completamente o mal confrontadas y es así como dejamos sin rehabilitar
a gran parte de nuestra energía mental y unidades de atención.
La solución aplicada es abrir gradualmente lo que ha sido escondido e ir
exponiendo las cosas en una proporción que podamos tolerar. Esto
podemos hacerlo gradualmente, abriendo el recuerdo de a poco y restaurando
y ampliando nuestra lucidez.
Vamos a considerar una simple metáfora visual:
-
Hay un área blanca de nuestra mente que es clara
y abierta. Es donde somos conscientes y capaces de operar lúcidamente.
-
Y existe un área negra que está tan
profundamente enterrada que no podemos llegar a ella.
-
Y existe también un área gris, entre las
anteriores. Este área gris es la puerta de acceso a la rehabilitación:
contiene las cosas semiocultas (por ejemplo: los automatismos, las
compulsiones, etc.) que están a nuestro alcance y que podemos encontrar y
manejar en nuestra educación mental.
Cómo trabajar en el área gris
Tenemos que considerar esto: a medida que quitamos cosas del área gris y
las aclaramos (las llevamos al área blanca), más cosas del área negra
tienden a trasladarse al área gris, ensanchándola. Si el área gris se
ensancha es positivo pues más cosas se colocan al acceso para el trabajo
mental de confrontarlas lúcidamente y aclararlas. Cuanto más ancha sea,
más fácil es alcanzarla en un momento dado. Y el área gris
puede ser estrecha o ancha. Es importante hacer todo lo posible para
ensanchar el área gris y para evitar que eventualmente se estreche:
-
Estar bien alimentado y descansado ensancha el área
gris porque estamos en buena forma, tanto física como mentalmente.
-
Estar seguro la ensancha, y tener miedo a mirar a las
cosas la hace más estrecha.
-
Trabajar en nuestra educación mental con un profesional
competente ensancha el área gris porque nos sentimos más seguros y
confiamos en su ayuda. Trabajar solos en nuestra educación mental es
posible pero requiere de un cierto “ancho de banda” inicial.
Una verdadera educación mental establece inicialmente
actividades dirigidas a elevar nuestra capacidad de confrontación, y
siempre ha de proveernos de la asistencia que nos ayude a salir de apuros.
Ambos son factores que ensancharán el área gris.
Desde la perspectiva más amplia, no existe forma de que una lucidez
implacable pudiera ser perjudicial para nosotros, y no existe un
conocimiento que verdaderamente pueda dañarnos. Pero desde la
habitualmente estrecha perspectiva desarrollada con nuestras
experiencias - y cristalizada en nuestras redes neuronales - podemos tener
miedo de encontrar y confrontar ciertas cosas.
Todos deberíamos alcanzar intencionalmente el punto en el que
verdaderamente no nos preocupe cuán terrible sea una idea. Pero esa
actitud no tiene muy buena imagen y por ello, con mucha frecuencia, nos
decidimos pasivamente a desear la verdad. Lo cual no deja de ser
positivo, aunque habitualmente le falte el componente activo e intencional
de aumentar nuestra tolerancia a la misma.
Patricio Jorge Vargas Gil
Autor y consultor
patriciovargas@mentat.com.ar
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Última modificación de la página:15/11/2007
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