Parte I
Cuando algo es escaso interesa más; cuando algo abunda, interesa menos. La escasez induce a atender más las preferencias ya establecidas, la abundancia induce a explorar otras opciones.
Cuando se nos presentan a consideración una multitud de ítems a la vez, lo que abunde – o su aparente abundancia – y lo que escasee – o su aparente escasez – determinarán la dirección, y tal vez la efectividad, de nuestros procesos mentales.
Se ha comprobado que la escasez «percibida» provoca una leve excitación psicofísica. Y aquí lo interesante: se comprobó que esta excitación puede inducirse para obtener el mismo efecto sobre la atención que si el cerebro hubiese percibido escasez. El «efecto de excitación relacionada a la escasez» se puede obtener, por ejemplo, mediante el uso de colores brillantes como fondo (aumenta levemente la excitación psicológica) y también mediante la exposición a palabras claramente relacionadas con «escasez».
La consecuencia práctica es que podemos inducir la selectividad de la atención con la escasez, o la exploración combinatoria con la abundancia.
Teniendo esto en cuenta, dado su peso empírico, también podemos analizar con mirada renovada otros aspectos del procesamiento mental de la información. Por ejemplo, la explosión informativa. Esto es, abundancia informativa. Y abundancia de problemas de sobrecarga cognitiva con datos e información.
La abundancia informativa en las redes, explica la forma en la cual se comporta la mente. Es real que en las redes sociales el cerebro funciona en «Modo Red Social». La cognición está determinada por el entorno en el que nos estamos moviendo.
No es la única vía de sobrecarga cognitiva, y es lo que preocupa. Puedes apostar a que en un minuto actual se produce más información de la que se producía en 50 años durante la Edad Moderna. Y el valor o la insignificancia de esta información no es el punto, el punto es que estamos viajando en medio de ese Big Bang informativo.
La escasez y la abundancia – Parte II
«¿¿Y qué podemos hacer??»
Y adivina qué utilizan para reducir la complejidad y poder procesar con mejores resultados grandes cantidades de datos e información… Claro que sí, tecnologías de realidad virtual y realidades mixtas, realidades digitalmente creadas. ¿Para qué? Para permitirnos interactuar FÍSICAMENTE con la información y de esa manera aprovechar la colaboración neuronal del sistema sensomotor en el procesamiento de la información.
Del costo de tal tecnología te podrás dar una idea sabiendo que cuenta con un aporte de financiación – en el 2014 – de 6,5 millones de Euros emitidos por la Comisión Europea.
La Union Europea y los Estados Unidos están absolutamente convencidos de que la digitalización del cerebro es la clave de la supervivencia y/o de la hegemonía. Y no lo dice David Icke ni Fabio Zerpa, ni es información extrapolada de las fantasías en las series como Intelligence, Person of Interest, etc.
El proyecto europeo CEED es esto: Página web del proyecto y con video, en: Video en YT
Y el proyecto europeo The Human Brain Project es esto: Página web del proyecto En video Video de YT
Y el proyecto estadounidense The Brain Iniciative es esto: Página web del proyecto En video: Video en YT
Y los científicos que se oponen no son pocos, según puedes ver en: Página de noticias En video en: Video en YT