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Comunicarse positivamente con uno mismo
Los seres humanos han utilizado el lenguaje como sistema de comunicación
durante cientos de millares de años. El lenguaje es el intento de expresar
lo que se experimenta en el cerebro. Sin embargo, por más rico que sea, no
podrá jamás expresar por completo lo que sucede en nuestra mente. Por ello
las personas no se comprenden y se hacen daño las unas a las otras. La vida es como el eco: si no le gusta lo que está recibiendo, preste atención a lo que emite.
Comenzaremos con la comunicación interior, es decir, la comunicación con uno mismo. En este caso, el lenguaje que utilizamos es de una importancia fundamental para conseguir lo que deseamos. Desgraciadamente, más de un 95 por ciento de la población mundial mantiene una «conversación interior negativa». Está demostrado que hasta los ocho años oímos más de 100.000 veces la palabra «no». Nuestro cerebro está condicionado para la conversación negativa; por ello tendemos más a enfocar lo que «no» queremos que lo que realmente deseamos. Por ejemplo, en lugar de decirme a mí mismo: «Quiero tener éxito», me digo: «No quiero fallar», o en lugar de decirme: «Quiero ser delgado», me digo: «No quiero estar gordo». El subconsciente, que es muy directo, siempre toma el atajo. Realice el siguiente experimento: antes de continuar leyendo, levante la mano derecha. Bien, ¿la ha levantado ya? En estado de hipnosis hubiese levantado sólo la mano, y no la mano y el antebrazo, como probablemente ha hecho. El inconsciente va directo al asunto. El asunto de una frase negativa no es el no, por lo cual lo que hace es omitir la palabra «no». Por ejemplo: ¡No piense en el color rojo! ¡No piense en una manzana! Como habrá podido ver, ya es demasiado tarde. Incluso subrayando el «no piense», usted pensó en el color rojo y en la manzana, tal vez hasta en una manzana roja. Lo mismo sucede cuando dice: «No quiero fallar»: el subconsciente registra la palabra «fallar» y usted, sin darse cuenta, hace todo lo posible por fallar.
Concentrarse en lo que no quiere, en lugar de hacerlo en lo que quiere, es
como conducir un coche mirando por el espejo retrovisor. Usted sabe de
dónde viene, pero no sabe hacia adónde va. Una manera de mejorar nuestra
existencia en este planeta es aprender a utilizar mejor el lenguaje cuando
dialogamos con nosotros mismos, usando nuestra voz interior. ¿Qué voz? La
que está preguntando: «Qué voz». Concentrarse en lo que no quiere en lugar de hacerlo en lo que quiere, es como conducir un coche mirando por el espejo retrovisor.
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Última modificación de la página:06/01/2005 Copyright: © 2002, 2003, 2004 por Ment@t
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