Cuidado con lo que se dice
Hoy tenemos aparatos carísimos para hacer exámenes médicos: escáner,
tomografía axial computarizada, resonancia magnética y muchos otros.
También hay tratamientos onerosos y complejos. Sin embargo, la gente está
más enferma que nunca y la mayoría de las veces todo lo que necesita para
sanarse son unas cuantas sesiones de reprogramación mental. El instrumento
utilizado en este caso son las palabras positivas que penetran
profundamente en la mente, provocando una reacción interior en cadena. Los
cambios son asombrosos y la persona se puede recuperar de todas sus
dolencias físicas, emocionales y mentales.
El efecto extraordinario se produce en el estado de concentración relajada
profunda donde las palabras se convierten en emociones y pensamientos,
transformándose en actos apropiados. Es igual que un televisor que recibe
ondas electromagnéticas y las transforma en sonido e imágenes. Según la
frecuencia de esas ondas, así serán los efectos en la pantalla. Según las
palabras, así serán los pensamientos y sentimientos.
Constantemente las personas se autoprograman, enviándose palabras y
pensamientos a su fondo mental. Esto puede dar buenas o malas imágenes,
buenos y malos programas. "No puedo", "tengo miedo", "no estoy seguro",
"no me siento capaz", son algunas de las señales que se envían al receptor
de la mente produciendo películas muy negativas y limitantes en la vida.
Toda enfermedad es psicosomática, en mayor o menor grado. La enfermedad
empieza y termina en la mente. Cambiando la grabación en el fondo mental,
cambiamos la emisión de señales, como cuando grabamos de nuevo una casete.
La mayoría de las enfermedades requieren un pequeño ajuste, tal como
cuando se ve mal la televisión o un video, hace falta solamente sintonizar
bien, mover la antena o modificar el rastreador (tracking). Sólo
ocasionalmente se requiere de una reparación mayor en el taller. No la
llevaremos a reparación si todo lo que se necesita es sintonizar
correctamente.
Mucha gente mientras más intenta cambiar algo en sí, menos puede. ¿Por
qué? Por lo que llamamos "Ley del Esfuerzo Reversible". Tanto coloca una
persona en su mente la imagen de lo que quiere eliminar, que más se graba
en ella y la programa más fuerte aún a seguir repitiendo lo que desea
superar. Por ejemplo, si alguien piensa fuertemente que no quiere
tropezarse, seguramente tropezará debido a que la imagen la tiene
intensamente en su mente.
Por las imágenes negativas que se han grabado, las personas se resisten a
los buenos consejos, no escuchan a sus amigos ni parientes. Un terapeuta,
ajeno al circulo habitual del enfermo, puede crear una mejor disposición.
Por eso mismo, una grabación con sesiones de mensajes positivos hechos por
otra persona, da muy buenos resultados.
Hay muchos programas de defensa por miedo, inseguridad, temor al ridículo
y otros, que se construyen en los primeros años de vida. Nuestro
computador personal continúa funcionando igual, mientras no se cambien.
La solución es construir nuevos programas, con las herramientas de
adultos. Descubrir que los antiguos ahora ya no sirven y no son
necesarios. Hay que instalar una nueva versión del software (programa).
Sergio Valdivia
www.serfeliz.net
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