A dificultades comunes, soluciones simples
 


Cuando estudiamos o seguimos instrucciones para lograr algo, eventualmente cometemos errores o nos estancamos. Analizando las dificultades, veremos que no hay demasiadas variantes y que las soluciones están de la mano de la sencillez o el sentido común.

Los errores en un procedimiento pueden ser:

  1. El procedimiento empezó a funcionar muy bien pero nos distrajimos o lo abandonamos sin terminarlo. A veces, esto causa problemas con el siguiente procedimiento; así que, lo más adecuado es verificar los pasos previos que hemos dado y terminar los que dejamos incompletos.
     

  2. No comprendimos el procedimiento e hicimos algo distinto a lo sugerido. La solución es estudiarlo de nuevo y hacerlo bien, enfocándonos en comprender antes que en aprender.
     

  3. Intentamos hacer las cosas en un momento en que somos incapaces de concentrarnos, sea por la razón que fuera. La solución es volver a realizar el procedimiento en un momento en el que nos sintamos mejor o usar procedimientos que se dirijan al resultado deseado más directamente y que no dependan mucho de nuestras capacidades (analogía: la diferencia entre hacer un cálculo mentalmente o utilizar una calculadora).
     

  4. El procedimiento es demasiado difícil y en realidad no comenzó nunca. Estamos fuera de nivel. Sólo hay que percatarse de que esto es lo que sucede y retomarlo, o acudir a pasos intermedios (esto último es lo mejor que podríamos hacer).
     

  5. Ya habíamos alcanzado el resultado deseado; sin embargo, continuamos intentando llegar más lejos y notamos que la situación empeora. Si es así, localizamos cuando realmente nos iba bien en el procedimiento y detectamos el punto donde se completó el objetivo inicial. Después de ello pasamos al siguiente objetivo. Este punto, siendo el más benigno, es el de mayor sutileza y requiere un poco más de análisis para corroborar si es el caso en el que nos encontramos (analogía: la diferencia entre estar concentrados en algo y estar obsesionados por ello).

Dos claves

  1. Algunos procedimientos, lógicamente, nos resultan más fáciles de hacer que otros, y los más fáciles serán los que mejor funcionarán si nos encontramos en un nivel más bajo de nuestra habilidad y capacidad de concentración habituales. Por lo tanto, es mejor que no descartemos a los procedimientos que nos parecen demasiado fáciles o simples pues son los únicos que funcionarán si estuviéramos en malas condiciones.
     

  2. Si nos desorientamos demasiado por descuidarnos y saltear partes en las instrucciones del procedimiento, démonos un poco de tiempo para despejar la mente, luego retornemos y hagámoslo correctamente, de a un paso a la vez, en lugar de intentar hacerlo todo junto.

Si te interesa trabajar directamente con estos temas haz click aquí.

patriciovargas@mentat.com.ar

 

      Más artículos de Educación Mental           Otros temas         

 

 

 

Curso Mentat Gold

 

Educando a nuestra mente podemos acceder al dominio de recursos extraordinarios para todos los aspectos de la vida. El estudio, el trabajo y las relaciones interpersonales tienen un nuevo color. Tener mayor habilidad mental se traducirá en más oportunidades.

Solicita más información enviando un e-mail a contacto@mentat.com.ar

 

 

Home    Artículos    Mensa    Librería    Cursos    Tips    Links    Contacto    Suscripción    Presentación

 


Última modificación de la página:28/07/2003

Copyright: © 2002, por Ment@t

Todos los derechos reservados acerca de, concepto, diseño, imágenes y contenido

mentat@mentat.com.ar

Optimizado para Internet Explorer y área de pantalla de 800 x 600 píxeles