El Mejor Día
Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que
tengo que hacer antes de que el reloj marque la media noche. Tengo
responsabilidades que cumplir hoy, soy importante.
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener, hoy puedo quejarme
porque el día está lluvioso, o puedo dar gracias a Dios porque las plantas
están siendo regadas gratis.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar
contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con
inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme porque estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme por todo lo que mis padres no me dieron mientras
estaba creciendo, o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber
nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las
espinas tienen rosas.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de
alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y
abrir mi mente enérgicamente y llenarla de nuevos y ricos conocimientos.
El día se presenta ante mí esperando a que yo le de forma, y ¡aquí estoy
yo!... su escultor.
Lo que suceda hoy depende de mí, de nadie más. Yo debo escoger qué tipo de
día voy a tener.
Ten un gran día. . . Dios te lo regala. . . disfrútalo.
Del boletín Ser Feliz
Editor: Profesor Sergio
Valdivia Correa
www.serfeliz.net
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