Evolución e "infracción"

 

La mente parece evolucionar hacia una mayor capacidad de "darse cuenta"; "darse cuenta de la mayor cantidad de cosas posibles" es una buena señal de inteligencia. La capacidad de observación es el músculo principal de la mente, y gracias a la buena observación la mente es más efectiva.

La conciencia es algo tan potente de por sí que el exceso de confianza en esto - pensando que nos alcanzará con lo que captemos sin esfuerzo - se transforma en nuestra peor debilidad. Así es como nos engañamos y somos engañados.

No hay duda acerca de que todos preferimos tener la mayor perspicacia posible. Consideramos que el buen observador busca y quiere aprender, quiere asimilar y comprender la mayor cantidad de cosas. En esta línea, "ignorar las cosas" suele considerarse casi como una infracción. No obstante, somos todos "pecadores".

¿Cómo es posible que ambas verdades coexistan? Por un lado, la evolución de la mente hacia un darse cuenta más amplio junto con el aprecio que todos sentimos por "la perspicacia". Por otro lado, nuestra habitual debilidad por causa del poco esfuerzo que hacemos en la aplicación de la capacidad de observar. Podemos apreciar mucho a la capacidad de observar pero debemos hacer algún esfuerzo para ejercitarla.

Una respuesta práctica a esta debilidad natural, es aplicarse mínimamente 3 veces al día y tres o cuatro días a la semana. Apenas por unos minutos en cada ocasión.

Ejercicio

Pregúntate de cuánto eres capaz de enterarte acerca de cualquier cosa que elijas al azar. Desafíate a hacerlo. No supongas ni ignores.

Ejemplo: en cualquier momento del día, puedes elegir a una persona en las filas de un banco, en un transporte público o en un restaurante; o puedes elegir un objeto del lugar donde estés. Debes observar y anotar mentalmente cada detalle, cada elemento del cual te des cuenta. Debes pasar revista hasta estar seguro de haber registrado mentalmente los datos. Si eliges a una persona, puedes captar el color de los cabellos, los rasgos del rostro, la vestimenta, los gestos, el color de los ojos, las arrugas de la vestimenta, etc.

No es importante, en absoluto, lo que elijas, sí lo que haces. Y el tiempo que dediques a esto será apenas de unos minutos; sólo trata de hacer este ejercicio, dos o tres veces en cada día y en los momentos que prefieras.

Cuando haces este ejercicio, aplicas tu capacidad de concentración y retención, aplicas tu voluntad y capacidad de autocontrol. Fortaleces el "músculo mental" de la observación. El efecto de esta ejercitación podrás notarlo en la primera semana. Sigue una semana más, combinando esta práctica con otras similares.

 

Patricio Vargas Gil

patriciovargas@mentat.com.ar

 

 

Volver          Otros temas


 

Home    Artículos    Mensa    Librería    Cursos    Tips    Links    Contacto    Suscripción    Presentación

 


Última modificación de la página:28/07/2003

Copyright: © 2002, por Ment@t

Todos los derechos reservados acerca de, concepto, diseño, imágenes y contenido

mentat@mentat.com.ar

Optimizado para Internet Explorer y área de pantalla de 800 x 600 píxeles