Fábrica de genios
Según investigaciones de Robert Kelley, profesor de la Universidad Carnegie
Mellon, lo que caracteriza a los mejores trabajadores no son los atributos
intelectuales excepcionales, sino la manera en que utilizan el sentido
común.
Después de dos años de estudiar a los empleados más productivos de los
Laboratorios Bell, Robert E. Kelley, profesor de la Universidad Carnegie
Mellon, llegó a la conclusión de que "no se aprecian diferencias
cognitivas, personales-psicológicas, sociales o de contexto entre los que
sobresalen y los que tienen un desempeño promedio".
En su libro How to Be
a Star at
Work (Times Books, 1999), Kelley explica
que "no era lo que había en sus cabezas lo que destacaba a las estrellas
del resto, sino cómo usaban lo que tenían". Por lo tanto, la pregunta que
se desprende es: ¿cómo transformarse en un trabajador sobresaliente? Según
Kelley, la clave es desarrollar un patrón mental emprendedor que incluya:
Ser parte del séquito
Los empleados descollantes reconocen que, muchas veces, es más importante
colaborar en la jugada ganadora que patear el gol. Ajuicio de Kelley, debe
ponerse el foco en el éxito de la organización y, luego, ayudar a los
jefes y colegas a triunfar. De este modo, aunque no sea el centro
de la atención, el empleado no pasará desapercibido.
Transpirar creatividad
Hay que practicar el brainstorming para que los fluidos creativos empiecen
a emanar: una vez desatada, la corriente creativa impregnará todas las
áreas del trabajo. Para lograrlo, fije momentos dedicados exclusivamente
al brainstorming; encabece una página en blanco con una idea de negocios o
un problema relacionado con el trabajo, y luego anote todo lo que se le
ocurra, lo más rápido posible, aunque sean ideas impracticables.
Pensar en forma lateral
"Al enfrentar problemas es habitual buscar una solución lógica -asegura
Bob Nelson, autor de 1001 Ways to Take Initiative at Work (Workman
Publishing, 1999)-. Pero ésa es sólo una cara de la moneda. A menudo, la
respuesta se descubre cuando se asume otro punto de vista."
Tomar la iniciativa
Según Kelley, uno nunca logrará un mayor reconocimiento por hacer el
trabajo propio más eficientemente; eso es lo esperado. La clave es
involucrarse con las tareas que no tienen un responsable directo. Nelson
sugiere confeccionar una lista de lo que uno cambiaría si fuera el dueño
de la empresa; deberá fijar prioridades y comprometerse a abordar los
temas que encabezan la lista.
En síntesis, tal como sostenía An Wang, científica en computación y dueña
de 35 patentes: "El éxito es función del sentido común más que de la
genialidad".
De. HARVARD MANAGEMENT UPDATE X 2001 Harvard Business School Publishing,
distribuido por New York Times Special Features.
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