El proyecto de integración ideal.
Dominancia vs Integración
Los neurobiólogos hablan de la dominancia del hemisferio izquierdo. Es más
grande que el hemisferio derecho. Se especializa en todo aquello que
apreciamos como perteneciente al lenguaje articulado, los números, el
razonamiento lógico, la estimación racional de la información, el
análisis, la argumentación, la deducción, las abstracciones y los
conceptos, etc. Toda nuestra cultura se limita a favorecer la habilidad de
este cerebro. Pero si tomamos a genios como Leonardo da Vinci o Einstein,
veremos que se trata de individuos que han integrado la imaginación y la
razón y que aprendieron a jugar con las ideas utilizando ambos cerebros.
Se ha establecido que la integración de las habilidades de ambos
hemisferios aumenta el rendimiento óptimo en cantidad y calidad; no hace
falta ser un genio para obtener beneficios. En efecto, sumemos las
habilidades mencionadas del hemisferio izquierdo a las siguientes: la
intuición acertada, la visión panorámica, la captación del todo, la
apreciación estética, los espacios, la imagen, los planos, las
dimensiones, la empatía, lo musical, lo rítmico, lo metafórico, el
subconsciente, lo creativo, etc.
A la integración de las habilidades de ambos hemisferios apunta toda la
formación profesional del futuro. No tenemos por qué limitarnos a las
habilidades del hemisferio izquierdo cuando podemos agregarles
armónicamente todo lo bueno del hemisferio derecho.
Compensación demostrada
Si hubiera alguna duda acerca del potencial que todos tenemos, podemos
citar casos extremos como la compensación de las funciones de un
hemisferio cerebral dañadas por trauma físico. El hemisferio sano puede
asumir gradualmente algunas funciones del hemisferio dañado. Está
plenamente registrado.
Configuración
En general, el cerebro se configura por la experiencia. Entonces, resulta
práctico configurar las experiencias que puedan lograr el efecto de
modular e influir en nuestro cerebro para que actúe de manera integral o
sinérgica.
Esquemas y estructuras
Una llave dorada para construir la integración de ambos hemisferios está
en enfocarnos en el procesamiento de esquemas y estructuras tanto como en
aquello que transporten o contengan. Pensar en esquemas o estructuras
brinda un puente para la actividad combinada. Los esquemas y las
estructuras parecen estar en una zona intermedia: están presentes en los
números, el lenguaje, la lógica, los sistemas, las imágenes, las escenas,
las secuencias, lo abstracto y lo concreto.
Estructura y esquema no son malas palabras. Sin embargo,cuando se dice de
alguien que es muy estructurado o muy esquemático, en general, es para
criticarlo y para decirnos que no tiene soltura, amplitud o flexibilidad
mental. Obviamente no apuntamos a esto como ideal. Todo lo contrario.
Mayor amplitud, velocidad y rendimiento general. Ninguna limitación.
Decimos que saber procesar, representar, interpretar, crear, aplicar y
comunicar esquemas y estructuras implica una configuración buscada por la
mejoría generada en el rendimiento mental.
Proyección de imágenes
Es la mera proyección de imágenes en nuestra mente lo que genera mejor
retención de la información y lo que permite alcanzar niveles de
excelencia. La propuesta es tratar de hallar las imágenes adecuadas para
representar las ideas, los datos, las emociones, los deseos, las metas,
las experiencias, los hechos, las estructuras y los esquemas con los que
trabajamos.
Ampliación y modulación de imágenes
Hallamos utilidad en la ampliación de la intensidad, los tamaños y/o las
cantidades de imágenes relacionadas con situaciones ideales y o
necesarias. Es lo que subyace en los cuentos de hadas, los mitos heroicos
y las fantasías épicas.
Imaginar lo posible es distinto en cada caso; y en un mismo individuo
también hay variación. Lo cierto es que aquello que imaginamos que podemos
hacer podemos hacerlo y aquello que imaginamos que no, no podemos.
Imaginar el mejor rendimiento, para ciertos deportistas, es rutina de
entrenamiento. Y estamos hablando de deportes en los que el mejor
rendimiento se cotiza en millones de dólares. Equipos olímpicos,
ejecutivos, sodados de elite...¿Por qué no todo el mundo?
En otro plano, en la televisión se divulgan documentales en los que se
registran los beneficios de la dramatización imaginativa alegórica
aplicada en el tratamiento de enfermedades como el cáncer. Y no se trataba
de una tribu de indígenas, eran académicos con lo último en tecnología a
su disposición.
Exploración y proyección
Cuando se trata de averiguar cómo es nuestro siquismo se nos indaga por
los sueños (eminentemente visuales, emocionales y llenos de sensaciones),
o se nos pide que interpretemos unas imágenes, o descubramos la lógica o
la asociación de imágenes.
En nuestro propio beneficio, podemos aprender a interpretar los patrones
de configuración de imágenes y utilizarlos para extrapolar ideas: como es
el caso del I-Ching o las "matrices de descubrimiento" de los cursos de
creatividad.
El advenimiento de la realidad virtual abre el horizonte de posibilidades
de la educación y el entrenamiento con simuladores, de maneras
absolutamente fantásticas. Sin embargo, está ocurriendo. Pasaron ya más de
15 años de la concreción de experiencias con biochips (implantes en el
cerebro que compensan o aumentan digitalmente el rendimiento neural). El
libro que divulgó esta información es de David Ritchie y lo tituló "El
cerebro binario". Búsquenlo y sorpréndanse. Pensemos en la evolución de la
tecnología de los microchips, la ingeniería genética, los descubrimientos
en bioquímica y en neurociencias desde esa increíble publicación hasta
nuestros días. Agreguemos la realidad virtual a los biochips neurales, que
seguramente no son los mismos de hace más de 15 años. Parece que todo
aquello que "imaginan los escritores de relatos de ciencia ficción" además
de ser entretenimiento en libros, películas y video juegos, es una
exhibición de integración hemisférica aplicada.
Enriquece tus experiencias
"Dime de qué te ufanas y te diré qué necesitas". Tremenda frase, en
cualquiera de sus versiones declara que intuye un desbalance o una falla.
Son pocos los individuos que se atreverían a decir que su vida es plena en
experiencias enriquecedoras. Sería como si vivieran el tipo de vida donde
la mayoría de las cosas que les pasasen fuesen estimulantes.
Nada de eso es cierto para la mayoría de los humanos. Hemos construido el
concepto de humanidad con mucho esfuerzo y dolor. No debemos dar por hecho
ni esperar nada por descontado y todo hay que ganárselo adecuadamente.
Un espíritu lúcido, acerado y sensible acepta el reto de lo nuevo y los
cambios. El conformismo es una forma débil del bienestar. El miedo o la
ignorancia están por debajo de los requisitos mínimos como para actuar
acorde a las circunstancias del cambio. Ninguna revolución científica se
origina en el conformismo o la certeza absoluta. Ningún cambio importante
en nuestra vida se puede asumir inteligentemente bajo el influjo de la
ignorancia, el miedo a los riesgos o a la incomodidad.
El modo de estar en línea es determinar, planificar, orientar y modular el
tipo de experiencias que deseamos tener. Tomar el control y diseñar
nuestras experiencias para que resulten estimulantes y enriquecedoras.
Poniendo en juego disciplina, energía e imaginación.
Patricio J. Vargas Gil
Del Curso Mentat, Módulo 1, Autoconocimiento, El cerebro, El proyecto de
integración ideal.
www.mentat.com.ar
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