¿Qué son las actitudes? y ¿Cómo se forman?

 

Las actitudes son las características que dan forma al comportamiento individual, incluyendo a las posturas corporales y gestuales de la persona. Estas tienen como origen los sentimientos, los estados de ánimo observables e internos ante circunstancias o hechos específicos.

Las actitudes trabajan en función de nuestro propia manera de interpretar la realidad, en función de las normas que nos dictan - y que aceptamos o no - y en función del seno del grupo social en el cual nos movemos. Se forman con las experiencias del pasado, las que se han acumulado, conservado y organizado en el cerebro como recuerdos conscientes e inconscientes.

Las actitudes también tienen que ver con la personalidad y la motivación que tenemos, y juegan un papel decisivo para el éxito o fracaso en la comunicación.

Podemos hablar de actitudes negativas, positivas o neutras; algunas más o menos violentas, sensibles, dinámicas, etc.

Las actitudes están organizadas en sistemas o conjuntos; estos conjuntos - sus elementos y relaciones - funcionan según su propia lógica y cada actitud es de alguna manera independiente y a su vez dependiente de otra actitud.

El comportamiento está condicionado por las actitudes, cualquier estímulo puede activar una actitud. Suspender estas actitudes, sin más, puede ser difícil o conflictivo. Para poder modificarlas y estructurarlas es necesario tener una buena organización psicológica.

Veamos qué sería una mala organización mental.
Por ejemplo:

  • Estoy a favor de la pena de muerte.

  • Quiero que los castiguen, pero no que los maten

El tener en claro qué es lo que realmente deseamos y nos pasa ayuda a saber si la actitud que adoptamos es positiva o negativa y si está dentro de una buena organización mental; la contradicción nos da la pauta de que algo está mal.

La modificación de las actitudes es difícil, pero se pueden modificar con el tiempo; especialmente con la influencia del entorno, dado que el entorno es el que "selecciona" la coherencia de nuestras actitudes a través de nuestra comunicación y comportamientos.

Cambiar una actitud, a su vez, nos lleva a cambiar otra, en un proceso complejo pero no imposible. Sólo es necesario voluntad personal para reconocer cuando una actitud es negativa; ese es el primer paso para desarrollar nuestra forma de ser.

Verónica Cerón

International Trainer  NLP
vceron@mentat.com.ar



 

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Última modificación de la página:28/07/2003

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