Lectura intencionalmente significativa  

 

La lectura se vuelve significativa siempre que como lectores tengamos la intención de hallar completamente los significados correctos.

Consideramos que la lectura presenta tres niveles de exigencia analítica.


El más alto nivel de análisis se utiliza para interpretar correcta y completamente el texto; en este nivel estamos aplicando toda nuestra intención y atención para interpretar impecablemente el significado del texto.

La lectura intencionalmente significativa abarca el estudio, la investigación y el esparcimiento.

Un ejemplo simple de esta forma de leer: mirar una película con subtítulos. Otro ejemplo: leer para aprender. En ambos ejemplos tenemos la clarísima intención de captar el significado de lo que percibimos, sea la película o los conocimientos del texto. Esta manera de leer es con el propósito más completo de la lectura: asimilar todo lo posible.

Existen niveles más elementales de lectura: la lectura de escaneo y la de seguimiento.

En la lectura de escaneo exploramos o buscamos. Ejemplo de lectura de escaneo: revisamos un listado, lo exploramos visualmente para conocer o reconocer a los elementos que contiene la lista.

En la lectura de seguimiento podemos explorar o buscar pero siempre con la finalidad de captar lo que tenemos que hacer. Es decir, seguimos instrucciones. Ejemplo de lectura de seguimiento: leemos un tutorial para manejarnos mejor con el procesador de textos.

Muy a menudo, por error o falta de estrategias, estas formas menores de lectura se aplican como sustitutos de la lectura intencionalmente significativa. En todos los casos, la lectura más profunda tiene una mezcla de formas menores con la que es intencionalmente más significativa, aunque ésta sea la forma preponderante.

Creemos que hay consenso establecido al evaluar que existe un mal rendimiento generalizado en la lectura comprensiva. Afecta a niños, jóvenes y adultos. La causa de esta insuficiencia puede radicar en que podemos "funcionar" bastante bien en nuestra sociedad aún si durante nuestro desarrollo y formación tenemos pocas experiencias de lectura intencionalmente significativa y pocas experiencias de lectura autorregulada* (*leer sabiendo prevenir errores e insuficiencias al interpretar lo que leemos)

Esto debiera ser un objetivo fundamental: desarrollar paulatinamente a todas las capacidades y habilidades en juego. Una forma de incrementar las mejores experiencias de lectura intencionalmente significativa es adoptar un programa seleccionado de lecturas, con libros de tal nivel que garanticen una adecuada gimnasia cerebral. Sugerimos programas tan cercanos como se pueda a los que Mortimer Adler menciona en su clásico "Cómo leer un libro". Nada mejor que seleccionar el material entre los grandes textos de todas las épocas. Leer abundante papilla predigerida no serviría de mucho.

Enseñar a prevenir los errores y las insuficiencias en la lectura quizás presente un desafío mayor. Habría que consensuar los tipos de errores e insuficiencias y las estrategias preventivas, pero creemos que básicamente consisten en no saber reconocer en el propio procesamiento a:

  1. Información y/o relación ausente: lo que debiera estar y no está, sea en el texto o en nuestra mente (como cuando no conocemos el significado de una palabra)
     

  2. Información y/o relación incompleta: lo que está pero sólo en parte, sea en el texto o en nuestra mente (como cuando entendemos pero no tenemos una representación concreta de la información)
     

  3. Información y/o relación incorrecta: lo que está en lugar de lo que está bien, sea en el texto o en nuestra mente (como cuando interpretamos lo que no corresponde, sea por confusión o por mal aprendizaje)

Desarrollar la habilidad para prevenir de manera autónoma estos errores e insuficiencias es el mayor de los problemas a la vista. Y es un problema que podemos tratar desde el nivel primario hasta el profesional.

Entre los requisitos necesarios para implementar soluciones a este nivel está una mayor capacidad para atender mientras leemos puesto que sin suficiente cantidad de atención poco podemos hacer para prevenir errores e insuficiencias debido a que no nos damos cuenta cuando ocurren aunque conozcamos bien la experiencia de tenerlos.

Una estrategia preventiva fundamental es el escaneado - previo o posterior a la lectura intencionalmente significativa - para hallar términos desconocidos y hacerlos conocidos mediante una enciclopedia o diccionario. Otra estrategia preventiva complementaria a la anterior es la representación de lo comprendido. Si puedo representar, comprendí. Si no puedo representar, debo hallar los errores y/o insuficiencias que seguramente cometí en el procesamiento de la información.

El enfoque en la prevención autónoma de la propia incorrección e insuficiencia al leer es el que posibilita encarar cualquier desafío de interpretación frente a los grandes textos. El enfoque en la anulación de cualquier esfuerzo para trabajar mentalmente en la lectura nos aleja completamente de la gimnasia cerebral necesaria para adquirir habilidad suficiente para hacer una lectura intencionalmente significativa.

 

Patricio J. Vargas

Metodología Intelectual

Aprendizaje Multisensorial


 

 

 


 

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Última modificación de la página:15/01/2015

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