Matrix
Recientes estudios de la Unesco confirman lo que todo
docente en el nivel primario, secundario, terciario y universitario ya
sabe por experiencia directa: los estudiantes tienen serios problemas para
comprender lo que leen.
El informe de la Unesco habla de un empeoramiento de la calidad educativa
y se concluye que para mejorar se necesitarían más horas de clase y más
capacitación docente.
Sin embargo, hay aspectos en esta situación que nos llaman la atención.
En Argentina, a finales de la década del 90, se realizaron dos censos en
forma de examen a los estudiantes del último año del nivel medio para
determinar con qué nivel educativo ingresarían a la universidad. En estos
censos participaron tanto colegios públicos como privados. Los resultados
también fueron desastrosos. El primer dato llamativo: los mejores puntajes
fueron obtenidos por humildes colegios públicos, a veces hasta en
situación de notable desventaja a nivel material. El otro dato llamativo:
los docentes que trabajan en instituciones privadas son evidentemente
quienes tienen más posibilidades de acceso a capacitación. Entonces, ¿Cómo
podemos explicar esta aparente discordancia entre las experiencias
mencionadas y las prescripciones de solución similares a las posteriores
al informe de la Unesco? ¿Qué tipo de capacitación recibirían los docentes
de instituciones públicas que no reciban ya los docentes de instituciones
privadas?
El problema está presente en toda Latinoamérica y nuestro país figura
entre los que más han empeorado.
Sospechamos que existen un sinnúmero de causas para esta situación, y que
muchas de estas causas no son estrictamente del orden educativo o
psicopedagógico. Lo peor que podríamos hacer sería subestimar la
importancia y la complejidad de la situación. Estos son los síntomas de
una enfermedad cultural, y determinar las causas es un problema en sí
mismo. Exagerando algo, Matrix sería la alegoría perfecta. Pero una cosa
está muy clara: la educación formal no puede cubrir todos los aspectos de
la educación mental ni hay tiempo suficiente como para esperar a que en
algún tiempo lo pueda hacer. Tanto a nivel privado como público la
educación formal tiene las limitaciones que las circunstancias le imponen.
Por las razones que fueran, lo que está fallando es la educación mental y
se puede percibir en todos los niveles.
Como ejemplo de complejidad del problema veamos este caso. El filósofo y
educador Mortimer Adler escribió "Cómo leer un libro" hace unos cuantas
décadas. En el texto propone un criterio de educación mental a través de
la lectura y un tratamiento del tema de la lectura que es totalmente claro
para todo el mundo. A pesar de ser considerado como un clásico - cuyos
lineamientos siguen presentes aun hoy en universidades del llamado primer
mundo - esta obra parece inadecuado recomendarla. Un planteo simple: no se
trata tanto de hacer más comprensibles a los textos sino de hacer un
esfuerzo más intenso y metódico para poder comprenderlos, trabajando
exclusivamente con las principales obras de la historia del pensamiento
humano. Ni más ni menos que aquellos textos y autores que nuestra
civilización considera como los principales. Una gimnasia de lectura
impresionante; una propuesta que trabajando rápido está planteado para
cubrirse en dos años. Algo así, actualmente, parecería imposible de
plantearle a nuestros estudiantes.
Alejándonos de las utopías de retorno a tiempos mejores, deseamos
colaborar para revertir esta situación alarmante. Nuestra actividad
educativa es privada y es nuestro único medio de subsistencia. No obstante
ello, ante la desesperante situación y como una forma de colaborar,
ponemos al alcance económico de todos los interesados, la membresía de
nuestro Club. De esa manera, quienes antes no podían acceder a nuestros
cursos de Educación Mental ahora tienen una verdadera oportunidad de
hacerlo y recibir además otros servicios orientados en la misma dirección.
Confiamos en que nuestra flexibilización interese a quienes por cuestiones
netamente económicas no pueden acceder a este tipo de capacitación. Si ese
es tu caso puedes informarte aquí.
Patricio Jorge Vargas Gil
patriciovargas@mentat.com.ar
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