Cómo plantear objetivos claros.
 


En el mundo de las organizaciones una de las causas que estimulan el éxito es la definición de objetivos. Saber qué se quiere hacer, a dónde se desea llegar, cómo se puede lograr, es indispensable para cualquier emprendedor. Le invitamos a que lea esta nota, seguramente le será de gran ayuda.


La visión es la fuerza que debe motivar e impulsar los esfuerzos, sin embargo la visión es genérica y en muchos casos difusa. Si aspiramos a "convertirnos en escritores famosos" estamos frente a la "visión" que nos inspira.


El problema es que debemos convertir esa meta en pasos más concretos, realizables, medibles y temporales para organizar nuestros esfuerzos. "Seré un escritor famoso" Muy bien, ¿y qué hará ahora?


No puede sentarse debajo de un árbol a esperar que el destino lo arroje indefectiblemente a la fama prometida.
Evidentemente no.


Será necesario organizar los esfuerzos que lo separan de su situación actual a la meta que pretende alcanzar. Advierta que mientras más lejos esté de su meta, más esfuerzos deberá realizar para alcanzarla.
Supongamos que no sabe leer y escribir... bueno, tendrá que empezar de muy lejos, sin duda que tendrá que resolver este tema previamente.
Supongamos que ya es un escritor reconocido en el medio, aunque aún no al nivel que pretende... Parece que tiene menos pasos intermedios que dar para el cumplimiento de su meta.


Trate de imaginarse cruzando un arroyo serrano saltando entre las piedras para no mojarse... Cada piedra es un objetivo a cumplir y difícilmente llegará a la otra orilla si no va resolviendo cada uno de los saltos intermedios.
Para que un "objetivo" sea valioso y le simplifique su tarea, el mismo debe cumplir con ciertos requisitos:

  1. Concreto y específico: Debe consistir en un enunciado claro y determinado.

  2. Con plazos determinados: Será más eficaz si determina un plazo para ejecutarlo.

  3. Debe tener control sobre el resultado: "Ganar un premio" no es un objetivo, es una expectativa... Presentarse a un concurso sí lo es, ya que usted tiene control sobre el resultado esperado.

  4. Medible: Debe ser susceptible de establecer un criterio de éxito para el mismo.

  5. Acotado: Preferentemente con resultados obtenibles en un plazo razonable o con base en un esfuerzo determinado.

Muchas veces la gente se desanima por la imposibilidad de cumplir objetivos mal trazados y definidos, por ejemplo: "me casaré el año que viene" o "fundaré mi empresa antes de cumplir 35 años", no son objetivos definidos, sino deseos que no dependen de usted.


Definir un objetivo, siguiendo el ejemplo del escritor, se aproximaría más a lo siguiente:

  • Ingresar al Taller Literario "XXX" para un Curso de dos meses de duración.

  • Escribir el próximo mes tres cuentos.

  • Llevar los cuentos a cinco amigos y cinco escritores respetados para que me hagan la crítica.

  • Destinar el mes siguiente para corregir y mejorar los cuentos.

  • Redactar una gacetilla de prensa y llevarla a tres periódicos y cuatro estaciones de radio.

  • Presentar los cuentos en el concurso tal y cual.

Más allá de la simpleza de los ejemplos utilizados, podrá advertir que estos enunciados cumplen con las cinco condiciones de un Objetivo.
Un consejo útil: trátese con cariño!


Si bien objetivos poco ambiciosos no le serán de mucha utilidad, planteamientos exageradamente ambiciosos (del tipo de "escribiré una novela mañana por la tarde"), tampoco lo ayudarán en nada. Debe respetar sus tiempos, sus verdaderas posibilidades y su personalidad.


Es más, algunos objetivos "fáciles" al principio, le brindarán el estímulo necesario para no abandonar el camino una vez iniciado.

Por Marcelo Perazolo

 

 

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Última modificación de la página:28/07/2003

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