El
perfil antisocial
En muchas sociedades, el comportamiento criminal es el que muchas veces
tiene éxito y consigue beneficios. Incluso es admirado. El infierno en la
Tierra deriva del nivel de tolerancia y aceptación de la corrupción
existente en las sociedades pero mucho más del descuido hacia las personas
antisociales.
Es obvio que las personas represivas o antisociales se hallan en casi
cualquier profesión o área: en altas posiciones de instituciones o
empresas. No sólo viven en antros sospechosos. Lo más preocupante en este
tema es la manera en que pasan relativamente desapercibidas y quedan
libres para hacer el daño, sea de manera encubierta o no. Y la mayoría
consideramos o suponemos que es esencial poder reconocer y neutralizar a
tal tipo de personalidad.
Paradójicamente, la historia, la literatura y el cine nos entretienen con
la descripción y ejemplos de sus formas de acción pero somos incapaces de
detectarlos en la vida real. Pareciera que no son una realidad y muchas
veces están ante nuestras narices. Incluso conocemos regímenes y
organizaciones caracterizados por el comportamiento represivo o
antisocial. Pero aunque podemos reconocer la existencia de todos estos
ejemplos es llamativo que las personalidades antisociales existen en la
vida verdadera y demasiado a menudo no se pueden detectar a tiempo.
Por duro que parezca, allí donde las cosas parecen no estar funcionando
bien, donde los accidentes y la enfermedad son frecuentes, seguramente
prospera una o más personalidades represivas o antisociales. Los crímenes
y los actos criminales sólo son cometidos o tolerados por personalidades
represivas o antisociales.
Dado que la mayoría de las personas no son represivas ni antisociales
ciertamente existe bastante desconocimiento o descuido acerca de las
características que podrían delatar a tales personalidades. Caso contrario
¿Por qué prosperan en todas las áreas?
La personalidad antisocial se comporta así porque sólo ve a los demás
individuos como enemigos. Supone que su bienestar depende de mantener
abajo a los demás y/o de mantenerlos ignorantes. Consideran ideal que la
gente alrededor suyo se mantenga débil, obediente, temerosa y poco hábil.
Esto es así porque ven como una inmediata amenaza para su seguridad el que
otros se hagan más fuertes o más brillantes.
Recapitulando lo que la historia, la literatura, el periodismo y el cine
nos muestran podemos especular acerca de las características y cualidades
que, de poseerlas en su mayoría, podrían describir e identificar a una
personalidad antisocial. (todos podemos tener algunas de estas
características pero sólo un antisocial tendría la mayoría). Veamos:
Una persona antisocial o represiva no tendría ningún sentido de la
responsabilidad. Consideraría a sus acciones como desligadas de sus
propias intenciones. Diría "sólo sucedió". No tendría ningún sentido
correcto de causalidad y no podría sentir ninguna culpabilidad, vergüenza
o responsabilidad por lo que hubiera sucedido.
Una persona verdaderamente antisocial no respondería a la psicoterapia
convencional ni se sometería voluntariamente a ningún proceso de cambio.
Tal persona únicamente comunicaría negativamente. Transmitiría
principalmente malas noticias. Comunicaría con observaciones críticas u
hostiles, con menosprecio y represión hacia allegados. Sería extraño
hallar que una personalidad así emitiera elogios sinceros o transmitiera
buenas noticias.
Tal persona hablaría solamente en generalidades, evitando especificar
fuentes. "dicen…" "todos piensan que…" "todos saben…" etc. También estaría
habituada a pasar rumores, como un especialista del “chisme" o el
"portador” de los peores o el típico "fabricante de rumores". Todo ello
describe muy bien a tales personas. Si presionamos un poco a tal persona
pidiéndole que especifique "¿quién es todos?" en el chisme, seguramente
descubriríamos que apenas era una persona, conocida o no. La persona
antisocial armaría el chisme y fingiría que era la opinión dominante de la
sociedad o de un grupo.
La persona antisocial alteraría - para empeorarlo - cualquier mensaje que
pase por él o ella como intermediarios. Demoraría o detendría las buenas
noticias y solamente haría circular las malas noticias, a menudo
empeorándolas.
Alrededor de tal personalidad hallaríamos enfermedad y “humillación” en
los allegados, amigos y asociados. Los veríamos fracasando en la vida;
recibiendo menosprecio por cualquier pequeño éxito.
Los individuos relacionados con un antisocial causarían problemas a otras
personas. No tendrían ninguna estabilidad ni progreso sino recaídas y
estancamiento. Esto sería debido a la influencia represiva de la persona
antisocial. Raramente la personalidad antisocial estaría
institucionalizada, solamente estarían allí sus "amigos" y familiares.
Una personalidad antisocial, ante una dificultad, escogería
sistemáticamente al blanco incorrecto o culparía a la causa incorrecta. Si
se cortara la energía eléctrica, culparía por el problema a un ave, a las
visitas o alguna otra causa realmente inaplicable. Tendría tendencia a
culpar a otros por cualquier inconveniente, en vez de buscar la verdadera
causa.
Una personalidad así, no terminaría lo que empezara a hacer. Viviría
rodeada de proyectos inconclusos. En relación a esto, es posible que sus
hogares, equipo o espacio de trabajo, se hallen en mala condición.
La personalidad antisocial preferiría apoyar a grupos y acciones
destructivas y manifestaría antagonismo contra cualquier grupo
constructivo o acción de mejora.
Este tipo de personalidad aprobaría únicamente acciones destructivas y
lucharía contra acciones o actividades constructivas o provechosas. La
gente que defiende una buena causa y la gente creativa sería a menudo la
víctima ideal de las personalidades antisociales. El antisocial podría
presentarse "como amigo", pero intentaría envenenar y destruir.
La solidaridad disgustaría a una persona antisocial. Pero las actividades
que destruyen en nombre de una supuesta “ayuda” serían apoyadas con gusto
por una persona antisocial.
Una personalidad antisocial no tendría ningún sentido de la propiedad.
Para ella o él, nadie posee nada o todos son dueños de todo. “La propiedad
es una idea establecida sólo para engañar a la gente”.
Patricio J. Vargas Gil
Cofundador y autor
patriciovargas@mentat.com.ar
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