Atreverse
a ser ingenuo
La habilidad de ver las cosas de una manera nueva es de vital importancia
para el potencial creativo; radica en las ganas de cuestionar cualquier
supuesto.
Esta habilidad está personificada por Paul MacCready, uno de los más
prolíficos inventores de Estados Unidos. Su logro más conocido es el
Gossamer Cóndor, el primer avión propulsado con energía humana que
consiguió volar más de un kilómetro y medio. Ese triunfo permitió a
MacCready ganar un premio de 100.000 dólares, y a su avión, un lugar en la
Smithsonian Institution junto al Spirit of St. Louis y el avión de los
hermanos Wrigth.
Es importante comenzar con una hoja de papel en blanco para no tener
preconceptos -dice MacCready-. Para diseñar el Gossamer Cóndor, tenía que
hacer de cuenta que nunca había visto un avión. Tenía que figurarme cuál
era la estructura de peso más liviana para hacer un ala de ese tamaño, y
luego figurarme cómo la mantendría estable y cómo la propulsaría.
Pero nada de esto debía ser hecho de la misma forma como se habían hecho
otros aviones, porque la gente que diseña aviones corrientes enfrenta
desafíos muy diferentes. Es bueno tener cierta inocencia y los ojos bien
abiertos.
Si sabes demasiado acerca de lo que no funcionó en el pasado y de lo que
estimas que no puede funcionar, entonces no intentas tantas cosas. Yo tuve
suerte, tenía una buena formación en aerodinámica pero ninguna en
estructuras de aviones. De modo que me resultó fácil pensar en un avión
muy ligero y muy sencillo, y ésta resultó ser una buena manera de atacar
este problema en particular.
El Gossamer Cóndor no tenía que volar alto ni rápido, de manera que nadie
se haría daño si caía. Solo necesitaba ser ligero. Por lo tanto, debía ser
muy largo y fino, casi a punto de romperse. Y la única manera de saber que
habías logrado el peso absolutamente mínimo era que el avión se rompiera
de vez en cuando.
Si no se rompía nunca, obviamente el avión era demasiado pesado, más
fuerte de lo necesario. Por supuesto, si se rompía siempre, no podías
cumplir tu misión. Pero si se rompía cada veinticinco vuelos, estaba
justo. Y así fue como lo diseñamos. Ahora bien, aunque ésa es una manera
terrible de diseñar un avión corriente, era muy buena para este vehículo
en particular. Que se rompiera no era una falla, sino un éxito.
Hacer la pregunta acertada es de crucial importancia para la iluminación
creativa. Dice MacCready: “Una vez que has formulado la pregunta, a la
gente pueden ocurrírsele las respuestas. Pero debes plantear el desafío
apropiado”.
Einstein tenía la capacidad de hacer preguntas tan fundamentales que las
respuestas transformaron nuestra comprensión del mundo físico. Según lo
explicó el filósofo Alfred North Whitehead: “El análisis de lo obvio exige
una mente muy fuera de lo común”. El prolífico inventor Buckminster Fuller
lo expresó de manera más directa: “Atrévete a ser ingenuo”.
“Las máquinas voladoras más pesadas que el aire son imposibles.”
Lord Lelvin, 1895
Daniel Goleman, Paul Kaufman y Michael Ray, El espíritu creativo
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Última modificación de la página:12/05/2008
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