El proceso creativo
Tradicionalmente, se considera que el proceso creativo consta de cinco
etapas:
-
La preparación, o inmersión, consciente o
no, en un conjunto de cuestiones que resultan interesantes y/o causan
curiosidad.
-
La incubación, durante la cual las ideas se
instalan e interactúan debajo de la conciencia. Durante este tiempo
probablemente se realizan las conexiones inusuales.
-
La iluminación, cuando las piezas encajan.
El momento del “¡Eureka!”.
-
La evaluación, cuando se debe decidir si a
la intuición obtenida en c) vale la pena dedicarle atención. Es cuando uno
se siente más inseguro.
-
La elaboración. La etapa que lleva más
tiempo y supone el trabajo más duro. Se supone que hay menos inspiración
que trabajo. Incluiríamos en este período a la verificación, es decir, ya
elaborada la idea hay que probar que corresponde a lo que ha surgido en
c).
Sin embargo, el proceso creativo no es tan lineal como cíclico o
recurrente. Una persona puede volver varias veces a tener intuiciones o a
sumergirse en los datos e incluso a incubar. El número de recurrencias a
cada etapa del proceso depende de la profundidad y amplitud de la
situación o problema que se aborda tanto como de la habilidad mental,
conocimientos y personalidad de cada persona.
Las personas normalmente tenemos diferencias cuantitativas y cualitativas
durante el proceso creativo. Y a todas las personas nos afectan por igual
las posibles barreras al proceso creativo. Estas barreras son:
-
Escasez de energía por el tipo de exigencias con que vivimos.
-
Escasez de atención y control sobre ella.
-
Escasez de disciplina o control sobre la energía disponible.
-
Escasez de proyección de la energía disponible.
De todas las barreras al proceso creativo, la falta de atención y control
de las propias unidades de atención es indudablemente la principal.
No obstante, actualmente – y en base al trabajo interdisciplinario
enfocado en obtener las ventajas de la creatividad aplicada - es posible
valerse, en todos los casos, de recursos y fórmulas para estimular o
amplificar el rendimiento en cada etapa.
No es posible concebir una educación mental completa sin conocer recursos
efectivos que nos ayuden a desarrollar y estimulen un mejor proceso
creativo.
Patricio Jorge Vargas Gil
patriciovargas@mentat.com.ar
Más artículos de Educación Mental
Otros temas
Puedes recibir estos artículos en tu casilla de e-mail
suscribiéndote a nuestro boletín.
|
Curso Mentat Gold
Educando a nuestra mente podemos
acceder al dominio de recursos extraordinarios para todos los
aspectos de la vida. El estudio, el trabajo y las relaciones
interpersonales tienen un nuevo color. Tener mayor habilidad mental
se traducirá en más oportunidades.
Solicita más información enviando
un e-mail a
contacto@mentat.com.ar
|
|