Cuatro
actividades para superar el reto de emprender
Nadie nos enseña a emprender; de hecho y en honor a la verdad, aunque con
un dejo de tristeza, hay que reconocer que nuestra cultura nos desmotiva
al emprendimiento. A través del contacto con más de 700 casos de
emprendedores y la experiencia vivencial a través de las consultorías y
entrenamientos, en Entrepreneur Business Workshop, EBW, hemos descubierto
las cuatro razones más comunes que hacen "abortar" la misión, y en muchos
casos, fracasar en el esfuerzo de crear la propia fuente de ingresos.
Hablemos de cada punto.
El temor. A la mayoría de los emprendedores nos atemoriza iniciar un
negocio, lo cual es normal. Al emprender ponemos en juego no sólo
ilusiones, sino los ahorros, muchas veces, de toda una vida. Sin embargo,
recuerda que el que no arriesga no gana, y sin lugar a dudas, una de las
maneras para disminuir ese temor es preparándote en lo que tienes que
saber hacer con respecto al meollo de tu negocio (o el que tienes en
mente). Cuando nos sentimos capaces de llevar a cabo la labor que estamos
planeando, el temor disminuye hasta desaparecer y la posibilidad de éxito
se incrementará.
En este aspecto, la recomendación más importante es: emprende un negocio
en aquello a lo que podrías dedicarte toda tu vida sin recibir un centavo.
¿En qué nos basamos? La razón es muy sencilla: no es lo mismo soportar el
periodo de nacimiento y desarrollo de un negocio que no nos gusta, a
solventar el inicio de una empresa cuyo giro nos llena, nos divierte e,
incluso, nos puede apasionar. Si sumas el verbo emprender con alguno de
tus hobbies, tu negocio podría despegar de tal manera que en el momento en
que recibieras el primer centavo de utilidad, estarías arriba del
promedio, es decir, de quien abrió un negocio sin pasión.
Otra manera de emprender con menor temor es abrir un negocio de medio
tiempo, esto es, un negocio mientras sigues empleado. Lógicamente es más
pesado, ya que olvídate de descansar durante un largo periodo; sin
embargo, en este tiempo tendrás la posibilidad de impulsar tu proyecto sin
la presión económica que conlleva la fase de arranque.
La segunda causa es la falta de disciplina. Créeme, la gente disciplinada
siempre está más cerca del éxito. Hemos observado muchos casos en los que
la persona invirtió su dinero, sus ilusiones y horas en abrir un negocio,
pero al poco tiempo dejó de levantarse temprano y de hacer las
planeaciones diaria, semanal y mensual de todas sus actividades. Con esta
actitud, la quiebra no se hace esperar.
Por ello, te recomiendo una sencilla técnica de obtener y lograr
disciplina. Escribe en tarjetas de cartón, de esas que venden en cualquier
papelería, tus metas, del uno en adelante, según la prioridad.
Ejemplo:
a)1. Mi meta anual/2. Mi meta mensual/3. Mi meta semanal.
b) Por otro lado, también te sugiero escribir en seis tarjetas una por día
seis actividades diarias, lo que da un total de 42 actividades sencillas a
la semana. Éstas estarán encaminadas a alcanzar las metas de cada aspecto
de tu vida, digamos: familia, negocio o trabajo, salud, aspecto social,
capacitación y el área espiritual, según tus objetivos.
En cada tarjeta anota las seis actividades diarias, las cuales te sugiero
llevar en la bolsa y revisarlas cada vez que te acuerdes de ellas. Si no
olvidas lo que debes hacer, y lo haces con tus objetivos claros, el avance
que tendrás será sorprendente en cada uno de los tópicos. Un ejemplo
práctico de las actividades es:
Lunes: aspecto: trabajo de multinivel
Buscar en Internet cinco personas que puedan ser mis distribuidores
Llamar por teléfono para recuperar contactos, por ejemplo, a Fernando (ex
jefe) a quien hace mucho no ves
Enviar 10 correos electrónicos buscando gente interesada en multinivel
Leer un artículo o libro de negocios
Mandar imprimir 100 tarjetas de presentación
Escribir 5 ideas para ganar el doble, es decir, estrategias de ventas
Martes: aspecto: salud
No terminar los 20 cigarros que fumo y disminuir mañana a 19
Investigar en dónde puedo practicar algún deporte
Ir a visitar el lugar y pedir informes
Hacer cinco abdominales para comenzar, en la cama o tapete
Tomar dos litros de agua
Pedir sugerencia médica o al especialista sobre algún suplemento
alimenticio para sentirme con más energía
Miércoles: Aspecto: social
Llamar a dos amigos de la escuela o de la carrera que no haya visto
hace mucho
Salir a tomar un café después del trabajo con una amiga
Quedar para el final de semana con algún amigo o familiar para ir al
teatro, cine o museo
Ver a mi mejor amiga este fin de semana, aunque sea un rato
Planear una cena en la casa con la gente de la oficina
Sonreír más a la gente y tratar de darle los buenos días a los vecinos
Etcétera. Así de simple es y así de sencillo. Puedes hacerlo de viernes a
jueves, y el jueves, al finalizar el día, lo que harás es revisar cuántas
tareas semanales realizaste y lo anotarás en un calendario grande, de
estos planificadores mensuales en los que puedes escribir usando un plumón
para pizarrón.
Ahora bien, en vez de anotar la cantidad de actividades realizadas, anota
el porcentaje alcanzado y la siguiente semana busca superar ese porcentaje
de logros.
Por ejemplo, lunes 40%; martes 45%; miércoles 32%; jueves 80%; viernes
20%; sábado 70% y domingo 66%, en cada aspecto. La siguiente semana trata
de superar tus propios números.
Este método seguramente te abonará mejoras, porque estarás realizando el
mismo sistema que un corredor profesional: te estás midiendo, y únicamente
es posible mejorar lo que se puede medir. Cuando menos lo esperes, habrás
adquirido el hábito de vivir con disciplina.
El tercero de los problemas es que nos encanta gastar y qué bueno, ¡para
eso es el dinero! Sólo que hay que saber hacerlo y, principalmente, saber
ahorrar. Lo que ahora leerás es bastante complicado, pero brutalmente
efectivo: la mitad de tus ingresos, ahórralos para un negocio nuevo y
cuando hayas abierto ese nuevo negocio, ahorrarás la mitad de tus ingresos
totales para un nuevo negocio? Es un sistema radical, pero verás que
cuando menos lo imagines, serás una máquina de abrir negocios.
Ahora, si quieres un consejo extra, sigue la tradición de los sobres que
se usan para separar el dinero destinado al mantenimiento, la escuela, la
ropa, etc., y piensa en convertir los sobrecitos en negocios. Lucha por
lograr la meta de un negocio para cada concepto?, esto es, un negocio
donde los ingresos sean: para ropa, otro para diversión, otro para
estudios.
Esto ni es rápido ni es fácil, sólo imagina ¿qué tal si lo logras? Dentro
de este mismo rubro, una idea que vale oro: elimina tus deudas; haz todo
lo posible por no endeudarte (a menos que manejes como un maestro las
tarjetas de crédito).
Y el cuarto se trata de aprender a vender. Finalmente este último punto es
en lo que, paradójicamente, más fallan los emprendedores, al decir: Yo no
sé vender. Error. Todos vendemos, absolutamente todos, sólo que hay que
saber a quién y cómo. Planea tus ventas. La clave más importante de vender
es ¡vender!
En suma:
1. Emprende en algo que podrías hacer sin ganar ni un centavo
2. Adquiere disciplina en el hábito eficaz de medirte cada día
3. Adminístrate y maneja tus finanzas
4. Sal y vende
Rodolfo Urdiain
Experto en Marketing y Creatividad para Pymes. Conferencista. Capacitador
para Entreprenenur Wortkshop.
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