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El subconsciente creador

Las ideas originales que responden a alguna necesidad que planteemos no surgen linealmente como producto de una deducción o una conclusión probabilística. Puede ser así en los casos en que los problemas ya estén definidos en términos lingüísticos o matemáticos, pero la vida real no plantea argumentos ni ecuaciones para que las resolvamos y podamos desempeñarnos con éxito en lo que hacemos o experimentamos.

La realidad nos plantea situaciones o bien las planteamos nosotros, pero estas situaciones, antes de resolverse positivamente pasan por un proceso en el cual nuestra mente subconsciente y los aspectos sensoriales tienen un rol fundamental. La respuesta es consciente y se expresa con claridad lineal, pero siempre a posteriori de menos claros y más poderosos procesos subconscientes.

Por tal motivo, siendo que la creatividad para hallar respuestas es valorada en todos los aspectos de la vida, si deseamos ser más creativos, no es necesario ser genios ni más alocados sino que debemos tolerar y saber aprovechar la característica “poco clara” y difícil de definir de nuestras impresiones venidas desde el subconsciente.

Aquí tienes tres sugerencias exitosas:

• Si estás trabajando en un problema o proyecto, en cuanto notes que tienes suficiente información acopiada tómate un tiempo para dejar divagar a la mente. Al rato, inevitablemente, notarás la aparición de sensaciones e imágenes difusas. Déjalas trabajar, tu subconsciente está estableciendo conexiones que pueden resultar de utilidad. Una vez que hay cierta recurrencia en estas imágenes y sensaciones difusas no trates de volverlas más claras ya que solas se harán más evidentes en función de semejanzas, metáforas y analogías que están trabajando detrás de tu conciencia.

• Entrénate. Al acostarte, todas las noches durante 20 días como mínimo, plantea un problema o un proyecto a tu subconsciente. Asegúrate de brindarle impecablemente la mayor cantidad de información que pudieras. Como si fuese un consultor profesional que has contratado. Al despertar, no importa qué sea, toma nota de impresiones, imágenes y sentimientos que tengas presente y pudieras recordar del sueño.

• Aprende a buscar metáforas y analogías visuales, detecta a tus intuiciones y las de los demás, capta las sensaciones y sentimientos que tienes ante casi cualquier cosa que experimentes.

Dado que estarás trabajando con elementos naturalmente presentes en la vida cotidiana no tendrás dificultades para cumplir con un programa de dos o tres semanas. Será de gran provecho.