Enseñanza de Técnicas para el Estudio y Desarrollo de Habilidades Mentales

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En esta sección intentaremos esclarecer algunos términos frecuentes en los artículos y tips de Educación Mental que publicamos habitualmente.

Tales términos algunas veces son de uso común en varias disciplinas y – sin pretender cambiar los significados originales - explicaremos nuestra aplicación particular.

 

Educación Mental

 

Consideramos que Educación Mental es el grado de desarrollo de las habilidades mentales y el proceso intencional para llevarlas al máximo nivel. Uno puede recibir educación y/o puede procurársela sabiendo exactamente qué es lo que debe hacer. La Educación Mental es, en su nivel óptimo, saber cómo saber.

La Educación Mental no es igual a la Educación formal o tradicional. Consideramos que la Educación formal se enfoca principalmente en la instrucción o transmisión de conocimientos. La Educación Mental se enfoca en mejorar la captación del "por qué", el "cómo" y el "para qué" de los procesos mentales originados por las experiencias conscientes, sean estas experiencias concretas o abstractas.

 


 

Intención

 

El diccionario dice que intención es determinación de la voluntad en orden a un fin. En el trabajo intelectual, la intención es el factor principal para despejar confusión y generar resultados alineados con objetivos bien definidos. Si quieres que algo suceda – dentro de tus posibilidades y capacidades potenciales - sucederá si realmente tienes la intención de que pase. El hablar sobre lo que deseamos no es verdadera intención. La intención es energía y atención activa que puede incluir o no a la verbalización pero que claramente nos pone en acción hacia las metas.
Nuestra condición general, en lo emotivo e intelectual, influye en el grado de intencionalidad disponible para aplicar, a mejor condición más capacidad de aplicar intención. No obstante esto, siempre es posible aplicar intención si logramos definir un objetivo claro y atractivo.

 


 

Dato estable

 

Algo en el campo de consciencia de una persona - que puede ser correcto o verdadero, o no serlo en ningún sentido - y que ésta selecciona como algo conocido y confiable para relacionar y organizar los elementos en su experiencia subjetiva y objetiva, sea para la disminución de una confusión o simplemente para sostener el equilibrio psicológico. La diferencia con una creencia estriba en el enfoque: con la palabra "creencia" nos referimos a la actitud psicológica de la persona pero al decir "dato estable" nos referimos a la función estricta del "dato". Una diferencia de opiniones se resolvería más fácilmente si pudiéramos considerar racionalmente los datos estables en oposición en vez de racionalizar críticamente las actitudes hacia éstos.

 


 

Divisibilidad de la atención

 

Con fines netamente prácticos, consideramos a la atención como una “cantidad de enfoque” aplicada. La atención es divisible, esto es: parte de nuestra atención está en el entorno, parte en nuestro cuerpo, parte en nuestros pensamientos conscientes, parte en nuestros pensamientos inconscientes, etcétera. Podría decirse que las unidades de atención existen en cantidad diferente de persona a persona, pero creemos que más relevante aún es que en toda persona hay un gran potencial de disponibilidad de atención para los pensamientos y la intención aplicada. Este potencial se realiza tanto con rehabilitación (trabajando para recuperar unidades de atención “enquistadas” improductivamente) como con inducción (actividades estimulantes para desarrollar redes neuronales más efectivas).

 


 

Aceptación

 

En general, y con fines enteramente prácticos, preferimos hablar del nivel de aceptación antes que de aceptación solamente. Consideramos que la aceptación es el grado de afinidad que se manifiesta en tolerancia y que tal manifestación puede ser positiva, neutra o negativa. Esto afecta la disposición intelectual y emocional, además de la aplicación intencional del esfuerzo físico e intelectual. Determina el gusto y el afecto, su presencia o ausencia. Determina la disposición o la aversión a la proximidad, concreta o abstracta, sensorial o intelectual. Constituye, por lo tanto, uno de los pilares necesarios para la comprensión del universo particular de los demás y del universo concreto compartido. Lo que no aceptamos difícilmente lo comprendamos y lo controlemos, llegado el caso. Cualquier habilidad parte del nivel de aceptación presente. Explorando, hallando, y determinando acuerdos, establecemos tolerancia y aceptación.

 


 

Control

 

El grado en que se ejerce la capacidad y habilidad para comenzar, continuar e interrumpir (o parar) cosas en el propio universo, en el universo de los demás, y en el universo compartido.


La consciencia y el conocimiento, más la disposición para responsabilizarse de los efectos, determinan el buen o el mal control que pudiera ejercerse. Los métodos, en general, existen para facilitar la aplicación del buen control. El buen control siempre es habilidad bien aplicada, el mal control es fuerza mal aplicada.


Lamentablemente, la palabra control no siempre se interpreta bien debido a la facilidad con la que se le asocia con las manifestaciones habituales del polo negativo de esta capacidad, a saber: supresión, represión e inhibición.


Todas la profesiones dependen del buen control, tanto el científico como el músico se perfeccionan aplicando buen control.

 


 

Arbitrarios

 

Arbitrario sería cualquier elemento que se introduce con la intención de llegar a la solución de un problema, siendo este elemento únicamente basado en: A) opinión o B) autoritarismo. Cuando un problema se resuelve recurriendo a elementos que carecen de fundamentos racionales, la solución, para poder aplicarse, muy probablemente hará que más factores arbitrarios intervengan. En cualquier problema, siempre es más difícil tratar de aplicar una solución derivada de factores arbitrarios, simplemente porque más elementos arbitrarios tienden a incorporarse a la situación. Ej. La aplicación de normas arbitrarias crea nuevos problemas que no pueden ser solucionados sin más elementos arbitrarios. Esta escalada de soluciones y problemas culmina con el derrumbe del sistema en el cual ocurren. Aplicar arbitrarios para solucionar un problema es como apagar fuego con combustible puro.

 


 

Tener

 

Consideramos una estrecha relación entre estas capacidades: Ser - Hacer - Tener. Intuitivamente se percibe la relación existente. La capacidad de Tener es indispensable para vivir, pero eso hace que habitualmente se la sobrevalore. Uno sólo fracasa en relación al grado en el que no es capaz de tener. Hay que ser capaz de poseer y existen muchas maneras de lograrlo; no obstante, la más elemental se pasa por alto: si puedes visualizar una cosa entonces puedes tenerla si además piensas que puedes. En este mundo, parece que sólo vivimos al grado en el cual podemos poseer. Pero poseer no es necesariamente tener la capacidad de controlar, definir o mover. La verdadera posesión se alcanza cuando se tiene la capacidad de ver, tocar, u ocupar con libertad. La condición de la existencia consiste en que uno entra en acción por ser capaz de creer que es posible que no pueda tener algo tanto como de tenerlo. Paradójicamente, toda la seriedad de la existencia se debe a la necesidad de vivir con la misma disposición que se necesita para jugar o competir: cuando uno juega o compite asume que existen reglas, barreras y competencia. Uno asume su existencia y cree en la posibilidad de superarlas tanto como de no superarlas. Primero está el juego, luego quién es uno y qué rol desempeña, luego lo que uno es capaz de ver y hacer, luego lo que uno es capaz de tener. En cualquier juego uno es, luego hace, luego tiene.

 


 

Conexión compulsiva

 

En lo más oscuro y profundo de nuestra mente, se presenta este mecanismo de conexión compulsiva mediante el cual, en nuestro universo mental, algo es considerado o percibido como fusionado y conectado a otras cosas. Es el modo en el que pensamos en la inconciencia, irracionalmente, identificando y conectando pensamientos, gente, objetos, experiencias, declaraciones, etc., una cosa con otra, donde pocas o ningunas semejanzas existen realmente y donde las conexiones se forman arbitrariamente, por simple coincidencia espacio-temporal en el momento de ciertas experiencias intensas (ver aprendizaje hebbiano). Todo es todo lo demás. Ejemplo: Miguel tiene este mecanismo activo y toda vez que mira a un perro, su inconsciente sabe que es un club, y también sabe que es un entrenador deportivo, y también sabe que es dolor físico y vergüenza. Toda vez que ve un perro sigue este proceso de reconexiones e identificaciones sin ser consciente de ello.

 


 

Acuse de recibo

 

Un acuse de recibo es algo que decimos o hacemos para informar al interlocutor que su declaración o acción ha sido percibida conscientemente y entendida. “De acuerdo,” “Bien”, “Ok.” y otras palabras y frases similares se dicen para informar al otro que ha hablado o actuado que su declaración o acción han sido procesadas analíticamente. Un acuse de recibo tiende a confirmar el hecho concreto de lo dicho o actuado y causa una condición no sólo de comunicación, también es un puente que confirma la realidad entre dos o más personas. El acuse de recibo en sí mismo no implica una aprobación o desaprobación o cualquier otra cosa más allá del conocimiento de que una acción o una declaración han sido observadas y son recibidas analíticamente. El silencio u omisión de los acuses de recibo causan un deterioro comunicacional. En este sentido, salvo que los interlocutores hubieran convenido lo contrario, el acuse de recibo es principalmente verbal.

 


 

Manteniendo aliados

 

Este comportamiento se basa en la idea inconsciente de que uno sólo puede estar seguro en la cercanía de cierta gente y que uno sólo puede lograr mantenerse cerca de tal gente estando enfermo o minusválido. Se intenta lograr que alguien que fue amistoso o amable cuando uno necesitó ayuda y cuidados continúe siendo amistoso o aliado manteniéndose uno en malas condiciones. Lógicamente, cuando el mecanismo resulta exitoso genera un vínculo negativo para ambas partes. Es un comportamiento difícil de neutralizar debido a los condicionamientos culturales habituales.


 

 

 

 

 

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Última modificación de la página:13/11/2007

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