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Cambios de perspectiva

Dentro de cada situación y experiencia existe la posibilidad de hacer múltiples interpretaciones. Nunca interpretamos al mundo como realmente es sino de acuerdo a cómo somos. Y tendemos a reafirmar nuestra personalidad con las interpretaciones que no la cuestionan ni la incomodan. Esta simple tendencia a reafirmarnos inconscientemente resulta en una limitación. A menudo, nuestras interpretaciones resultan paradójicas o problemáticas y necesitamos ampliar la gama de nuestras posibilidades de interpretación; esto puede ser tan simple como invertir la manera en que interpretamos movilizando nuestra perspectiva.

El poder cambiar intencionalmente la perspectiva desde la que interpretamos las cosas no significa la posibilidad de dejar de ser quienes somos; sin embargo, no lo intentamos para no incomodarnos con el temor de "perder personalidad".

Tenemos que saber realizar cambios de perspectiva de manera consciente e intencional con el objetivo de salirnos de nuestros hábitos de interpretación, así aumentamos notablemente nuestra posibilidad de captar oportunidades.

Ten en cuenta que un problema es más difícil de redefinir que las circunstancias, la situación, o la perspectiva.

Al ejercicio de cambiar la perspectiva podemos practicarlo en cualquier lugar y situación. Como en un juego, sólo necesitamos ir cambiando el contexto desde el cual vemos las cosas. No importa lo ridículo que resulte el cambio de contexto que imaginemos para replantear nuestra perspectiva. Por ejemplo: podemos cambiar el contexto desde el que interpretamos una situación o experiencia cambiando nuestra profesión o habilidad principal, cambiando el ambiente, cambiando los interlocutores, etcétera.

Esta práctica intencional posibilita que ante una real dificultad nos liberemos de la fuerte interpretación "reafirmativa" inicial y así podamos ver más interpretaciones alternativas y soluciones.