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Contra el
pensamiento negativo
Tema: Observación - Autodominio
Pensamos negativamente cuando no
perseveramos en lo que debiéramos hacer, cuando nos autocriticamos por
los errores que hayamos cometido, cuando dudamos de nuestras
capacidades, cuando esperamos fracasos, etc. Los pensamientos negativos
evidentemente causan gran cantidad de tensión y malestar psicológico. No
sólo derivan del malestar, principalmente son los generadores del mismo.
Además, nuestras habilidades mentales se ven afectadas por los
pensamientos negativos. Nos resultará de utilidad saber cómo alcanzar
una neutralización efectiva de los mismos y cuáles son los requisitos o
condiciones necesarios.
Trata de aplicar esta secuencia:
A) Consciencia del pensamiento: es estar consciente de lo que piensas,
principalmente en los momentos de malestar y tensión. Esto implica que
no intentes reprimir los pensamientos negativos y que los observes
fluir Lo que no observamos no podemos neutralizar.
B) Evaluación racional del pensamiento: es analizar los fundamentos de los
pensamientos negativos, si puedes justificarlos racionalmente o qué
partes de los mismos parecen basarse en la realidad. Si están faltos de
razón, puedes considerar que les has quitado poder. Si en algo se basan
en la realidad, te puedes orientar a corregir ese aspecto.
C) Reformulación del pensamiento: es plantear pensamientos contrastantes
positivos por cada pensamiento negativo del que te hayas ocupado en A y
B. Esto tiene efectividad sólo con los pensamientos negativos que
pasaron por tu observación y evaluación racional.
Puedes trabajar esta secuencia todas las noches, hasta hacerte del hábito.
Aumentará tu autoconfianza y neutralizarás los efectos de cualquier
pensamiento negativo del que te percates. Normalmente, te llevará un mes
generar este recurso.
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Pausa reflexiva
Tema: Captación
Demasiado a menudo no somos
conscientes de lo que damos por sentado en nuestro pensamiento.
Permanentemente nos hallamos ante la posible influencia sobre nuestro
pensamiento por parte de declaraciones, conclusiones, formas de hacer
las cosas y normas. Esto es natural pues estamos integrados en familias,
escuelas, clubes, grupos, etc., y fundamentalmente porque somos
receptores pasivos y activos de lo que los medios nos transmiten.
El riesgo de este "bombardeo" perceptivo es el de aceptar e incorporar
acríticamente cosas que entorpecen la habilidad de pensar con eficacia.
La idea es concientizarnos de esto y detenernos a reflexionar antes de
aceptar una conclusión sobre algo.
Cuando leas u oigas declaraciones "concluyentes" pregúntate inmediatamente
qué querrías saber acerca de eso; qué preguntas podrías plantearle a la
persona que hizo la declaración o qué te causa curiosidad de tales
declaraciones. La idea es tener claro qué más querrías saber antes de
decidir qué creer.
Recuerda estas preguntas antes de aceptar conclusiones de otros:
¿Cuál es la fuente de la conclusión? ¿Es creíble?
¿Cuál es el contexto de la conclusión?
¿Qué pruebas se brindan para la conclusión? ¿Son objetivas, exactas y
pertinentes?
¿Qué supuestos están implicados en la conclusión? ¿Son realistas? ¿Son
válidos?
¿Qué términos claves se están utilizando en la conclusión? ¿Cómo se
definen? ¿El lenguaje es claro y específico?
¿Qué tendencia o interés se refleja en la declaración o conclusión? ¿Cuál
podría ser la motivación?
Tómate unos cuantos días para analizar de esta manera el aluvión de
conclusiones con las que convivimos. Te ayudará a generar un excelente
"protector" intelectual.
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Administrando atención
Tema: Atención - Autodominio
Las personas contamos con
una cantidad limitada de atención. Esta cantidad varía entre individuos
y también varía en un mismo individuo, según momentos y circunstancias.
Una preocupación de todos es cómo tener más atención y darle el mejor
uso posible. No obstante, de la atención que realmente y habitualmente
disponemos podemos ejercer un mejor control.
He aquí un recurso para practicar unas dos semanas.
En las actividades siguientes, cada vez que tu atención se salga de tu
control, vuélvela a dominar.
-
Colócate frente a dos
objetos inmóviles que escojas, y enfoca tu atención a uno solo de ellos.
Examínalo durante un instante. Después cambia tu atención al segundo
objeto, y también examínalo durante un minuto o dos. Cambia varias veces
usando los mismos dos objetos.
-
Crea dos imágenes mentales y
enfoca tu atención a una sola imagen durante un minuto o dos. Luego
cambia tu atención a la segunda imagen durante un minuto o dos. Cambia
varias veces entre las mismas dos imágenes mentales.
En la siguiente parte,
asegúrate que decides tú primero cuando cambias el enfoque de tu
atención.
-
Mirando el suelo, decide en
cual dirección vas a atender. Cuando lo has decidido, mira en esa
dirección. Repite esto hasta que te resulte fácil.
-
Cierra tus ojos, y pon tu
atención en un período de tu vida. Con tus ojos todavía cerrados, decide
a qué período de tu vida vas a darle atención. Enfócate en buenos
períodos. Cuando lo has decidido, cambia tu atención a ello. (Repite
este paso hasta que puedas cambiar intencionalmente tu atención a
cualquier período positivo de tu vida.)
Termina cada sesión de este
ejercicio enfocando tu atención en el entorno y el tiempo presente.
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