Muchos creemos otra cosa, creemos que la manera tradicional de ver las cosas ya ha sido superada. La mejora de las habilidades también se da al incorporar al cuerpo, al entorno, a los objetos, y a las acciones, como parte de procesos cognitivos. Nos referimos a habilidades como la atención, la observación racional y creativa, la comprensión, la resolución de problemas, el aprendizaje y la comunicación. La idea fundacional es que podemos utilizar el cuerpo para mejorar la performance del procesamiento cognitivo.
Por supuesto, hay que insistir en la noticia: las ciencias cognitivas han demostrado que nuestro cuerpo es una interfaz biológica plástica, bidireccional y multimodal.
La plasticidad más sutil de nuestro cuerpo es la plasticidad neuronal. Lo que percibimos moldea nuestro cerebro, lo que imaginamos también. Esto significa que nuestro cerebro es esculpido por experiencias, reales y/o virtuales; cambia según lo que percibimos, hacemos o representamos, en el mundo y en nuestra mente.
Primero se necesita conocer la capacidad natural que tiene el cuerpo para funcionar como interfaz cognitiva, comprender la función del cuerpo en los procesos cognitivos. A partir de allí se puede utilizar esta integración natural para entrenar y mejorar el desempeño mental.