Hay dos cuestiones que merecen atención.
1) La cultura global coloca el foco sobre la mejora de la educación; pero lo hace con una irregular y difusa conexión con diferentes corrientes de investigación y teorías sobre el funcionamiento del cerebro, la cognición, y los procesos superiores. Lo que tiene asimilado es inconexo. Le cuesta relacionar los datos disponibles. La cultura global dominante permanece inevitablemente desactualizada en relación a lo que se publica – de fuente original – para divulgar el estado del arte en la investigación del cerebro y la cognición humana.
2) La disciplina y los procedimientos para aprovechar al máximo el potencial mental comienza – como mínimo – hace 2500 años atrás. Y con esto, la cultura global dominante también mantiene una relación difusa, e irregular. Lo que se ha asimilado permanece sin conectar al problema de fondo. En la cultura global dominante no existe alguna consciencia de que aprendiendo los procedimientos adecuados el alcance de nuestras capacidades pasa a ser superlativamente mejor.
En síntesis, el conocimiento pertinente actualizado sobre el cerebro y la mente, así como los procedimientos para llevar las capacidades habituales a un nivel superlativo es algo que se omite, se ignora o se pasa a segundo o tercer plano dentro del ideario educativo dominante.
En la cultura dominante global el aprendizaje se trata en relación a la educación formal, donde el eje es la comprensión y el conocimiento, instrumentado al principio mediante la asimilación esforzada, más dependiente de la fuente que enseña que del procesamiento intencional de quien aprende. Después de un tiempo, y en contra de esta manera de entender e implementar el aprendizaje se contrapuso otro modelo, el del aprendizaje que se autoconstruye, enfatizando el proceso de la comprensión de los contenidos en quien aprende, considerando al aprendizaje comprensivo como el modelo ideal del aprendizaje significativo.
En tanto… ¿Qué relación tiene REALMENTE la memoria con el aprendizaje? Toda. Es la esencia del aprendizaje.
Las investigaciones comprueban que el cerebro es capaz de un proceso de registro y almacenamiento muy preciso, con mayor fidelidad que la que se obtiene habitualmente. Así que si el potencial de la mente y la memoria es tan impresionante, ¿por qué es tan mediocre el proceso de aprendizaje que consideramos normal? Una inconsistencia que en la cultura dominante parece que todavía no llama la atención.
Saber cómo obtener inteligentemente el mejoramiento superlativo de la memoria y del potencial cognitivo no requiere neurocientíficos ni tecnología inteligente. Está al alcance de todo el mundo y se logra consistentemente desde hace 2500 años.