jueves, abril 12, 2007

Convocar a las oportunidades

Uno de los caminos de la buena suerte es la pura casualidad, sin planificar y sin aplicar intención. De acuerdo, no podemos planificar ganar en el casino. Pero, "por fortuna", aunque no podamos convocar a la suerte deseando o esperando, podemos hacer mucho para generar las condiciones favorables, dándole la mejor chance para presentarse.

Trata de asimilar este ultrasencillo principio en tu vida, verás que las cosas mejoran:

"TIENES QUE SABER DEFINIR MUY CLARAMENTE, MUY PRECISAMENTE, LO QUE QUIERES."

Simplísimo.

El principio inverso sería:

"SI NO SABEMOS CLARAMENTE LO QUE QUEREMOS PERDEMOS FÁCILMENTE LAS OPORTUNIDADES, AÚN SI LAS TENEMOS FRENTE A NUESTRAS NARICES".

Prueba este experimento: decide qué palabra de uso corriente quieres encontrar en un texto que muy probablemente la tenga. Comienza a buscarla pasando la vista rápidamente por las páginas. ¿Qué es lo que notarás? Que la palabra que decidiste buscar "te salta a la vista" incluso antes de que seas realmente consciente de su ubicación. Ocurre con cualquier dato que decidas buscar en un texto que sabes que lo tiene. Prueba con una guía de teléfonos, ocurrirá exactamente lo mismo.

Así es que, mejor que la actitud de inconformismo total es tener muy pero muy claro qué es lo que más se quiere. La vida, al igual que el texto del experimento, contiene todas las posibilidades de manifestación de lo que defines como lo que realmente quieres. Lo tienes que definir muy claramente, tienes que ser cuidadoso y preciso.

Lo que ocurre después es similar a lo que ocurre en el experimento, las oportunidades te “saltarán a la vista” aún antes de ser completamente consciente de cómo se presentan en tu camino.

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