Abrir las compuertas
En general, el problema de la concentración es universal. No hay diferencias de sexo, cultura, conocimientos ni edad. La mente puede estar "vacía" o atiborrada de conocimientos, el problema se presenta en ambos casos.Quienes desean resolver este inconveniente ejercitando la concentración, naturalmente optan por el más común de los métodos, enfocar y reenfocar la mente en un objeto que se elige para atender. Con suficiente perseverancia, tal práctica rinde sus frutos. No obstante, por suerte también existen otras alternativas para desarrollar esta capacidad fundamental.
Prueba por un par de semanas con esta fórmula particular: "abrir las compuertas".
El modo correcto de hacerlo es decidir el objeto al que prestarás atención pero simultáneamente, durante varios minutos, pensar en todo lo que puedas relacionar con eso ("abrirle las compuertas" a la mente) y sin que en ningún momento pierdas de "vista" el objeto principal.
Por ejemplo, si elegiste un dado puedes relacionarlo con juegos, con azar, con cubos, con Dios (por la frase "Dios no juega a los dados", de Albert Einstein), con ilusionistas, etcétera. Con más o menos detalles, pero siempre comprometiéndote en seguir enfocado en el objeto
Recuerda que para que esta fórmula te resulte útil debe ser por varios minutos (controla el tiempo) y sin perder de vista al objeto principal.
De todas las fórmulas existentes, es de las más efectivas. Disfrútala.
Etiquetas: Concentración
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