La misión personal
Cada organización debe tener una misión que marca el
camino por donde quiere transitar, qué es lo que hace y para qué lo hace,
cuáles son sus objetivos principales, su cultura y enfoque. Esto también
se aplica para un equipo, un departamento o una familia, puesto que
funcionan como grupos y deben tener una guía para enfocarse a pesar de sus
diferencias en un momento dado.
A nivel personal, la misión se convierte en la guía que rige nuestras
vidas; es descubrir nuestros valores primordiales.
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Según Stephen Covey, nosotros no creamos nuestra misión
personal, la descubrimos al meditar sobre las cosas importantes. Estos
valores varían de persona a persona: una persona puede tener el valor de
la belleza física, y para otra puede ser intrascendente; la abundancia de
bienes es un valor que algunas personas tienen y otras no. Algunos
ejemplos de valores dominantes son: amor incondicional, belleza, familia,
libertad, salud, sentido del humor, etc.
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Después debemos descubrir cuáles son los roles que
cumplimos en la vida; estos roles pueden ser: Ejecutivo, empresario,
líder, padre, hijo, etc.
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Luego debemos meditar sobre nuestros dones, las cosas
que hacemos bien, las cosas que nos apasionan y nos llenan, las que
verdaderamente nos hacen felices.
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Debemos descubrir estos factores que nos mueven en la
vida, meditar sobre ellos y hacer el enunciado de nuestra misión, la cual
tendremos que revisar día a día, estudiarla, cambiar y agregar cosas que
vayamos descubriendo poco a poco.
Un buen día para revisar nuestra misión personal es el
domingo, el día más tranquilo de la semana; entonces podemos meditar y
pensar sobre todas estas cosas, revisar el enunciado y ponerlo de una
manera más consonante con nuestra vida. El Dr. Covey menciona que su
propia misión personal tiene muy pocas palabras, aunque es el producto de
años de trabajo.
La misión personal nos da el mapa, la ruta de nuestra existencia. Mucha
gente anda por la vida como zombies sin saber qué hacer, ni para qué están
aquí, esperando simplemente la muerte, "pasando el tiempo", mirando la
vida y preguntándose por qué algunos tienen tanta suerte. Estas personas
generalmente reaccionan a estímulos y situaciones que simplemente aparecen
en su vida al azar. Generalmente, estas personas llevan mal sus relaciones
personales, por esta razón, simplemente reaccionan a lo que sus paradigmas
les dictan, los guiones de otras personas, los que sus propias historias
les trasmiten. Esto socava a cualquier relación personal, ya que no tienen
bien clara su misión en la vida. Sus patrones de conducta no siguen un
esquema determinado, lo cual los deja indefensos ante las situaciones.
La definición de la misión personal es un recurso poderoso que nos sirve
para crear nuestro plan y centrarnos en lo verdaderamente importante,
confeccionando la ruta que seguiremos para llegar a un éxito verdadero.
Jonny Martínez
Editor
www.liderazgoymercadeo.com
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