El líder y la resolución de problemas
Una de las habilidades básicas del líder es su
capacidad para resolver problemas. Los problemas forman parte de la
dinámica y cotidianidad de las organizaciones y los líderes
necesitan saber cómo afrontarlos y qué decisiones tomar para
solucionarlos. La resolución de problemas está, pues, relacionada
con la toma de decisiones oportuna y correcta. Ese es un aspecto muy
práctico del liderazgo, los problemas forman parte de las
situaciones que el líder tiene que gestionar.
Ahora, el líder necesita saber cuando está frente a un problema.
¿Cómo sabe el líder que está frente a un problema? Un problema surge
cuando el estado real de las cosas no se ajusta al estado deseado,
como cuando las ventas disminuyen por debajo del nivel mínimo
esperado, o aparece un competidor con tecnología más avanzada, o
existen limitaciones financieras.
Hay varias señales que nos dicen cuando estamos frente a un
problema:
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Se ha roto un patrón existente en el desempeño de la
organización. Por ejemplo bajo la productividad por debajo del
mínimo aceptable.
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Ocurrió una desviación del plan establecido. Los
gastos están muy por encima del presupuesto aprobado.
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El líder es abordado y bombardeado por las personas
con preocupaciones e inquietudes que no logran resolver, como quejas
de clientes, proveedores o empleados.
¿Qué actitud tomar frente a los problemas?
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Puedes decidir ignorarlos, ocultarlos o incluso
negarlos, esperando que se solucionen sólo o que alguien los
resuelva por ti, lo cual equivale a hacer como el avestruz: hundir
la cabeza; pero la responsabilidad sigue siendo del líder, y esto
sólo agudiza el problema.
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Puedes diferir su solución indefinidamente, esperando
tener todos los detalles para resolverlo, pero su postergación puede
afectar seriamente la efectividad de la respuesta. Al respecto
acostumbraba a decir Teodoro Rooselvelt: "La mejor decisión que
podemos tomar es la correcta, la segunda mejor es la incorrecta, y
la peor de todas es ninguna." Lo importante es no sufrir de
parálisis por análisis. Si no tienes todas las variables definidas,
usa tu experiencia, tu intuición; apóyate en el criterio de tu
equipo, pero no te quedes engatillado. Resuelve.
La indecisión no es únicamente una pérdida de tiempo, sino que
también implica preocupación y desgaste. Cuando difieres aumenta la
preocupación, y ésta es destructiva, porque te fatiga antes de
iniciar tu día de trabajo. Realmente, lo que más agobia y estresa a
los líderes no es el volumen o intensidad de lo que tienen que
hacer, sino lo que les queda pendiente por resolver, que muchas
veces depende de decisiones que necesitan tomar, y difieren.
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También puedes minimizar o disfrazar los problemas,
pero cuando hay problemas, lo más efectivo es manejar la verdad;
reconocer que hay problemas y encararlos, a fin de buscar
alternativas de solución, porque como líder no puedes darte el lujo
de ignorar o disfrazar los problemas. Se supone que para cumplir ese
rol existes tú como líder en la organización. Los líderes no pueden
evadir su responsabilidad en la resolución de los problemas.
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Puedes encarar con decisión los problemas y
resolverlos.
Los líderes necesitan asumir su responsabilidad y
encarar los problemas, y aprovechar la coyuntura para posicionarse
como solucionadores de problemas y ganar así autoridad y respeto.
Rehusarte a cumplir tu rol como solucionador de problemas te hace
perder credibilidad como líder. Por el contrario, cuando los
problemas son encarados se convierten en alimento que fortalecen tu
imagen. Y después de solucionar los problemas, como líder, sales
fortalecido.
Los problemas representan los obstáculos a vencer en el camino hacia
la madurez organizacional; son las resistencias en el camino a la
excelencia empresarial. En tal sentido necesitas darle la bienvenida
cuando aparecen, porque son señales de que algo necesita cambiar, de
que estás frente a una oportunidad.
Para los chinos crisis también representa oportunidad. La clave para
manejar los problemas cuando se presentan es tener la perspectiva
correcta. Puedes verlos como una amenaza o como una oportunidad. De
modo que cuando veas dificultades no solo pienses en problemas, ve
también las oportunidades. Las dificultades pueden traer
oportunidades ocultas debajo de la manga.
Ahora, es importante poder distinguir cuando se está frente a un
problema o frente a una oportunidad. No siempre está claro si lo que
enfrenta el líder representa un problema o una oportunidad. Y esto
es muy importante para la gestión del líder
¿Cómo saber que se está frente a un problema o frente a una
oportunidad? Peter Drucker tiene la respuesta, él dice: “El resolver
un problema simplemente restaura la normalidad, pero el progreso
necesariamente proviene de explotar oportunidades”. Y agrega el
mencionado autor: “Un problema es aquello que pone en peligro la
capacidad de la organización para alcanzar sus objetivos, y cuando
aparecen hay que resolverlos; pero la oportunidad es aquello que
ofrece la posibilidad de superar los objetivos”. La oportunidad
representa lo importante en término de crecimiento y resultado
superiores; el problema representa lo que hay que corregir.
Por otra parte, la forma como se le da respuesta a un problema, como
alternativa de resolución, estará orientada en función de lo que
quieres: ¿quieres alcanzar los objetivos o quieres superarlos?
Hay una diferencia en cómo resuelven los líderes y en cómo resuelven
los gerentes. El gerente, el hombre de la gestión, tiende más a
enfocarse en los problemas, su necesidad es resolver lo que afecta
la gestión; pero el líder tiende a enfocarse más en las
oportunidades, ya que su necesidad es subir el nivel de la
organización. En este sentido, la respuesta del líder es de más
largo alcance, porque no sólo está pensando el resolver lo del día a
día: lo inmediato, sino que también está mirando el largo plazo.
Otro aspecto importante a la hora de resolver problemas, es el apoyo
y la participación que se procura del equipo de trabajo; eso si la
meta es la madurez organizacional. En algunos contextos de trabajo
se ve al líder como el arregla todo. La consigna es “el líder existe
para resolver todo lo que haya que ser resuelto”. Pero no todas las
decisiones en respuesta a problemas le deben corresponder al líder.
El líder requiere priorizar que problemas requieren con mayor
énfasis su atención. Ello lo ayudará a que sus decisiones se centren
en el núcleo de los verdaderos problemas y necesidades, concentrando
su energía, atención y tiempo en resolver los problemas vitales, en
vez de diluirse en muchos problemas a la vez, los cuales sólo
atiende y resuelve parcialmente. Además, no existe un líder con
capacidad para manejar con efectividad todos los problemas que
ocurren en su organización. El líder necesita Identificar las crisis
reales, las crisis potenciales o las oportunidades principales. El
líder debe escoger que guerra va a pelear. No puede andar por ahí
como Don Quijote de la Mancha, a la caza de cuanto molino aparece
frente a su vista.
Al líder le corresponde tomar las decisiones difíciles, las que
nadie quiere tomar, las que involucran alto riesgo, las que
comprometen la supervivencia de la organización; y para eso está
líder en la organización. Pero hay muchas decisiones que pueden ser
delegadas en sus colaboradores, más si previamente han sido
capacitados y empoderados.
El líder que presta la misma atención a cada problema no obtendrá
muchos resultados efectivos, ya que estará atrapado en el detalle de
multitud de problemas, restándole tiempo a la atención de su gente,
así como el tiempo para el análisis y la reflexión; tiempo para
pensar y planificar. Otras decisiones pueden ser tomadas por quienes
las implementan. Por regla general, las personas que están más cerca
del problema, están en mejor posición, en término de experiencia,
competencias y manejo de información, para resolver ese problema.
Como líder necesitas delegar la resolución de los problemas menos
esenciales en las personas que están más cerca del problema.
Por otra parte, al permitir que otros asuman la toma de decisión
para resolver un problema, se fortalece el compromiso de quienes
acompañan al líder y además aprenden a tomar responsabilidad por los
resultados, sean éxitos o fracasos. En necesario tener siempre
presente que los líderes tienen la responsabilidad de habilitar a
otros para que desarrollen su potencial, y para que consoliden las
competencias necesarias para resolver problemas.
Algunos jefes piensan: “es que no lo van a hacer bien”. Algunos
líderes actúan según el dicho ¨si quieres que algo salga bien hazlo
tu mismo¨ ; no caigas en esa trampa. Lo más fácil es hacer las cosas
por ti mismo “para asegurarte que se hagan bien” y rendirte al
proceso de formación, capacitación y habilitación que le debes a
otras personas que trabajan contigo y bajo tu responsabilidad. Los
líderes tienen la responsabilidad de habilitar y capacitar a otros
para la toma de decisiones y la resolución de problemas. Asumir las
responsabilidades de otras personas, es restarles oportunidades para
el crecimiento, y esto crea dependencia hacia los lideres, y
minusvalía en los seguidores. Naturalmente esto toma su tiempo e
implica que el líder se involucre en el proceso, e invierta atención
y tiempo en la gente para enseñarlos, pero en el largo plazo los
resultados son satisfactorios.
Otro aspecto que se requiere enfatizar en relación a la resolución
de problemas, es que la resolución de problemas requiere un enfoque
estratégico. Este es un aspecto esencial en la efectividad del
líder: su sentido estratégico a la hora de resolver problemas. La
idea es anticipar los problemas y no que ellos sorprendan al líder
lo acorralen como a un animalito asustado, lo cual le resta
capacidad de respuesta efectiva. Los líderes necesitan ser
proactivos y aprender a identificar los problemas potenciales y
anticipar su resolución aun antes de que aparezcan los problemas. De
lo contrario, estarán amarrados a una gerencia de crisis, que actúa
reactivamente atendiendo cual bomberos los fuegos que aparecen, con
un estilo de liderar de bomberos, apagando fuegos donde surjan; pero
sin llegar a resolver las causas origen de los problemas, sino
luchando contra los síntomas.
Al respecto comenta Joel Barrer: “El éxito de la gerencia, reside en
la capacidad de conducir una adecuada exploración estratégica, lo
cual se logra desechando la actitud de tomar decisiones como una
reacción a problemas presentes para dedicarse a la anticipación de
problemas futuros”. Por lo cual el líder necesita analizar:
Si es proactivo, el cambio puede significar una oportunidad,
pero si es reactivo, el cambio puede
convertirse en una tremenda amenaza.
Quiero dejarte tres sugerencias finales:
1. Los líderes necesitan cultivar el hábito de la
acción, lo cual es contrario a diferir la toma de decisiones. A los
problemas hay que salirle al paso, porque no se van a arreglar
solos. El líder necesita desarrollar su capacidad de solucionar
problemas. Recuerda que una decisión no es tal mientras no se
expresa en acción.
2. Separa los problemas de las personas, sobre todo cuando estés en
un comité de análisis de problemas. La idea es atacar los problemas
y no a las personas, lo cual no los resuelve, además de generar
conflictos.
3. No decidas “en caliente” las decisiones importantes. Si es
posible, tómate un tiempo prudencial para analizar la situación y
ver las posibles opciones.
Los líderes son responsables por resolver los
problemas de la organización. No puedes retraerte de esa
responsabilidad, so pena de perder tu credibilidad.
Arnoldo Arana
Fuente
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