martes, diciembre 05, 2006

Memorizar con el cuerpo

Cuando se trata de memorizar, de estar seguros de poder recordar, todos tenemos que hacer algo más o menos complicado para lograr asegurar el recuerdo. Repetir, asociar, aplicar recursos mnemotécnicos. Hemos visto varios recursos para ello. Esta vez, veremos cómo memorizar utilizando a nuestro propio cuerpo. Está dentro de las fórmulas más simples.

Veamos cómo es:

  • Primero debemos tener una lista de los elementos que deseamos memorizar. Es muy importante que consideremos esto: debemos reducir lo que deseamos memorizar a un listado de palabras clave. Las palabras clave deben ser los disparadores del recuerdo, como cuando nos acordamos de todo lo que representa para nosotros la palabra "ceremonia". No es muy útil hacer un listado de frases o párrafos y, además, terminamos descubriendo que es innecesario.

  • Una vez que tenemos la lista, empezando por el primer elemento de la misma, nos hacemos una imagen mental del elemento. Es necesario tener una imagen mental del elemento, no importa si es una palabra concreta o abstracta, conocida o desconocida. Aquí la consigna es tener una imagen mental del elemento. Y esto no significa tener una imagen mental de un cartel luminoso con la palabra. Así que la imagen debe ser de algo tangible que represente para nosotros a la palabra. Ejemplos: si la palabra fuera misión podríamos ver mentalmente a un grupo comando, armado hasta los dientes, como los que tantas veces se ven en las películas. Si la palabra fuera oxaluria podríamos ver mentalmente a una osa con furia, o a una osa solamente. Si la palabra fuera jurisprudencia, aunque no supiéramos exactamente qué signifique, sabiendo que se relaciona con la justicia y los jueces, podríamos imaginar a un juez dictando sentencia en la corte o a la estatua de la justicia o a un juez, con su atuendo típico, cruzando una avenida por la senda peatonal, prudentemente.

  • Una vez hecha la imagen mental del elemento la relacionaremos imaginariamente y estrafalariamente con una parte de nuestro cuerpo. Conviene hacer esto siguiendo un cierto orden. Comenzaríamos por nuestro cabello y seguiríamos hasta los pies. Verás que tenemos suficientes partes en nuestra anatomía como para memorizar una lista medianamente larga. Fíjate: cabellos - nuca - frente - cejas - orejas - ojos - nariz - boca - mentón - cuello - hombros - codo - mano - pecho - espalda - abdomen - genitales - glúteos - rodillas - pies. Ejemplos: a la imagen mental del primer elemento podemos asociarla imaginariamente con nuestro cabello. Suponiendo que se trataba de misión, nos imaginamos al grupo comando tirando de nuestro cabello o cortándonos el cabello con sus armas. Si la palabra fuera oxaluria, nos imaginaríamos a la osa furiosa jalándonos del cabello. Si la palabra fuera jurisprudencia, podríamos imaginarnos al juez cortándonos el cabello.

Así se procede con toda la lista. Verás que te costará muy poco comenzar a aprovecharte de este "truco". El mejor resultado lo tendrás si realmente sabes lo que significa cada palabra clave que hayas anotado en tu lista.

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