Evitando perder el autodeterminismo
Aunque suene a paranoia, la mayoría coincidiremos en que existen grupos y personas dispuestos a ejercer control sobre nuestras vidas y aprovecharse de nuestras eventuales debilidades. Sabemos que si caemos en sus redes perderemos gran parte o la total habilidad para ser autodeterminados.
A veces, categorizamos con facilidad a ciertos grupos como sectas, pero peligroso es cualquier grupo (religioso o no) que utilice técnicas de control psicológico para inhibir la libre expresión de la personalidad, el análisis crítico y la capacidad de optar y decidir.
En ello juega lo que podemos denominar "manipulación de experiencias". Toda manipulación de nuestras experiencias puede servir para controlar:
1. Nuestra conducta
2. La información que disponemos
3. Las ideas que generamos
4. Las emociones que sentimos
Para desembarazarnos del control que otra entidad o corporación pudiera estar ejerciendo sobre nosotros antes tenemos que sentir la sospecha; caso contrario, es imposible que lo intentemos por ser completamente inconscientes de la manipulación.
Aunque es extremadamente difícil, si sospechamos estar siendo manipulados, podemos revisar estos cuatro ítems y buscar el origen. Podemos revisar y analizar:
1) El principal motivador de nuestra conducta
2) La fuente habitual de la información que disponemos
3) La fuente habitual de inspiración de nuestras ideas
4) Los motivos habituales de nuestras emociones
Si todo confluye en una única dirección y es ajena a nuestra determinación, podemos dar por confirmado que estamos bajo manipulación de nuestras experiencias.
Recordemos siempre que debemos ser automotivados para actuar, hábiles para tratar libremente con la información de cualquier fuente, metódicamente y libremente creativos e inspirados, y emocionalmente libres y equilibrados.
Neutralizar la manipulación, a partir de la consciencia de ello, es simplemente inevitable. La lucidez es el remedio implacable.
A veces, categorizamos con facilidad a ciertos grupos como sectas, pero peligroso es cualquier grupo (religioso o no) que utilice técnicas de control psicológico para inhibir la libre expresión de la personalidad, el análisis crítico y la capacidad de optar y decidir.
En ello juega lo que podemos denominar "manipulación de experiencias". Toda manipulación de nuestras experiencias puede servir para controlar:
1. Nuestra conducta
2. La información que disponemos
3. Las ideas que generamos
4. Las emociones que sentimos
Para desembarazarnos del control que otra entidad o corporación pudiera estar ejerciendo sobre nosotros antes tenemos que sentir la sospecha; caso contrario, es imposible que lo intentemos por ser completamente inconscientes de la manipulación.
Aunque es extremadamente difícil, si sospechamos estar siendo manipulados, podemos revisar estos cuatro ítems y buscar el origen. Podemos revisar y analizar:
1) El principal motivador de nuestra conducta
2) La fuente habitual de la información que disponemos
3) La fuente habitual de inspiración de nuestras ideas
4) Los motivos habituales de nuestras emociones
Si todo confluye en una única dirección y es ajena a nuestra determinación, podemos dar por confirmado que estamos bajo manipulación de nuestras experiencias.
Recordemos siempre que debemos ser automotivados para actuar, hábiles para tratar libremente con la información de cualquier fuente, metódicamente y libremente creativos e inspirados, y emocionalmente libres y equilibrados.
Neutralizar la manipulación, a partir de la consciencia de ello, es simplemente inevitable. La lucidez es el remedio implacable.