Sostener la pregunta
En general, y por distintos motivos, todos necesitamos obtener respuestas. Puede ser para disolver una duda, comprender un asunto, reparar algo o incluso crearlo.
Si uno quiere obtener una respuesta a una pregunta debe sostener la pregunta firmemente en su mente. Siempre teniendo en cuenta qué es lo que uno tiene que saber. Y cuanto más atentamente sostenemos la pregunta en mente, más rápido vendrá la respuesta a la pregunta.
Pero tenemos que recordar algo: hay que estar preparados para recibir respuestas, mucho más que para perseguirlas implacablemente.
El truco está en que si sostenemos en mente a la pregunta ponemos a nuestra mente en una condición mucho más receptiva. Cuando algo relevante aparece en nuestro camino, nuestra mente lo atrapará, porque verá al mundo en los términos de esa pregunta particular. Enmarcando nuestras experiencias con la pregunta, hemos creado un contexto para la respuesta, para que resalte ni bien se presente.
Procura seguir estas sencillas recomendaciones.
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Registra y guarda todo lo que puedas relacionar con la pregunta.
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Ante un medio de información, piensa en la pregunta y piensa que en cualquier momento puede aparecer la respuesta.
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Acércate a la gente que podría contestar la pregunta, conversa con ellos.
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En una reunión social, piensa en la pregunta y tus conversaciones rondarán la pregunta y las respuestas posibles.
El beneficio de esta sugerencia es doble: aumentar nuestra receptividad y ayudarnos a pensar en las distintas maneras en las que una pregunta puede ser contestada. Además, nos ayuda a reforzar la confianza, y la confianza es fundamental para el descubrimiento de las respuestas. Sostener la pregunta es entrar en un círculo virtuoso.
Etiquetas: Habilidad mental