Soltar la redacción
El trabajo mental implica eventualmente la necesidad de escribir. Y puede ocurrir que nos estanquemos por falta de soltura, lo que nos hace perder mucho tiempo. Muchas veces nos disponemos a redactar en base a alguna idea y el problema principal estriba en comenzar a fluir en la redacción más que en tener la idea.
Por suerte, podemos recurrir a ciertos trucos que nos permiten comenzar a experimentar y explorar soltura y fluidez en la redacción, de manera de estar preparados para poder redactar en todo momento. La idea es practicar estas actividades para adquirir suficiente experiencia de soltura; es decir, configurar nuestras redes neuronales mediante experiencias exitosas.
Aquí están las actividades que te sugerimos experimentar:
1. Adoptar la perspectiva de un objeto. Este objeto puede estar relacionado - o no - con un tema de tu interés. Prueba con objetos tales como una cama, un auto, o una ventana. Escribe acerca de cómo es ser ese objeto, lo que habitualmente está relacionado con ese objeto, acerca de otros objetos con los que tomas contacto, cómo es un día típico. Trata de dar tantos detalles como sea posible.
2. Enfocar un único sentido. Toma apuntes durante un día de todo lo que te estimule un único sentido particular, como la vista o la audición. Trata de experimentar y reflejar tan vivamente como te resulte posible lo experimentado por este sentido.
3. Cambio de ambiente. Encuentra algún sitio muy diferente al que estás habituado. Si vives y trabajas en una ciudad, lo hallarás en la naturaleza. Si ya vives en contacto con la naturaleza, haz un paseo por la ciudad. Escribe sobre los que experimentas con los sentidos y las emociones, describe las diferencias con lo que estás acostumbrado.
4. Escritura fonética. Enfócate en los sonidos de las palabras y en el ritmo. Haz que eso te resulte más interesante que el sentido. Trata de escribir unas páginas concentrándote únicamente en como suenan las sílabas. Puedes inventar las palabras, sólo importa el sonido.
5. Cambio de identidad. Adopta la identidad de otra persona, alguien completamente diferente. Puede ser un amigo, un familiar, un personaje de película, de un libro, de la historia, o una identidad completamente creada. Escribe acerca de su vida diaria, su historia, sus relaciones, su visión del mundo o su opinión acerca de un tema.
6. Cambio de dirección. No escribas siguiendo siempre las direcciones habituales - de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo – mezcla direcciones de escritura. Comienza en cualquier parte de la hoja y escribe en cualquier dirección de las posibles. Cambia al azar o sistemáticamente a medida que vas escribiendo.
Notarás que estas actividades te permiten soltar tu redacción aún en temas totalmente triviales; experimenta esto por unos cuantos días.
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