El alimento puede reestructurar el centro cerebral de control del apetito
El farmacólogo William Colmers examinó señales cerebrales en ratas, en un esfuerzo por descubrir si los mecanismos de control del apetito en el cerebro cambian entre el momento del destete de una rata y el tiempo en que comienza a procurarse su propia comida.
Sus conclusiones ponen de manifiesto, por primera vez, que el área del cerebro que nos indica si estamos hambrientos o saciados es "plástica", es decir que se adapta a los cambios en las fuentes de alimento por lo menos una vez en nuestra vida.
Colmers y su equipo hicieron este descubrimiento midiendo la sensibilidad de ciertos tipos de células cerebrales a las hormonas que envían un mensaje de hambre y a las hormonas que envían un mensaje de saciedad. Alrededor de las tres semanas de vida, algunas células cerebrales se tornan notablemente menos sensibles a la hormona que les indica la necesidad de comer.
Los resultados de la investigación sugieren que la hormona interviene en la evaluación de la calidad de los alimentos que la persona ha ingerido.
Este hecho sugiere además que en el momento del destete hay una reorganización del cerebro que permite que se pueda evaluar la calidad de los alimentos que se está comiendo, cuando se comienza a complementar la dieta basada en leche materna con otros alimentos.
Una importante implicación, es que esta zona del cerebro es plástica, capaz de cambiar con el paso del tiempo, y esto significa que al menos en un momento de la vida tiene la capacidad de cambiar para adaptarse al entorno.
La conclusión final sería que el control del apetito puede ser vulnerable a los cambios en el ambiente, y esto resulta importante en el contexto de la obesidad infantil.
Leido en SoloCiencia
Etiquetas: Enfermedades del cerebro
Investigadores descubren el mecanismo mediante el cual el Alzheimer deteriora las funciones de aprendizaje
Un equipo de investigadores del Instituto Gladstone de Enfermedades Neurológicas y la Universidad de California han descubierto el mecanismo mediante el cual la proteína tóxica que se produce en el cerebro cuando se sufre Alzheimer, péptido A, contribuye a los déficit cognitivos que caracterizan a la enfermedad, según los resultados de este estudio que aparecen publicados en el último número de la revista Neuron.
Esta proteína provoca sobreexcitación en las neuronas de las zonas dedicadas al aprendizaje del cerebro induciendo así los mecanismos inhibidores de esta sobreexcitación, lo que puede generar el deterioro de las funciones neuronales.
El estudio se realizó sobre modelos experimentales modificados genéticamente para que produjeran la versión humana de la proteína que ocasiona el péptido A en los enfermos con Alzheimer.
De este modo, el equipo liderado por Lennart Mucke determinó que su descubrimiento indica que los déficit cognitivos en los sujetos genéticamente modificados, y seguramente también en los humanos con Alzheimer, resultan de la combinación de sobreexcitación neuronal y el consiguiente desarrollo de los mecanismos inhibidores compensatorios que reducen la sobreexcitación, pero que acaban reduciendo la agilidad funcional de determinados circuitos cerebrales.
Además, afirmaron que estos estudios aun deben determinar en qué medida bloquear la sobreexcitación producida por el péptido A”. Puede prevenir tanto la activación de los mecanismos inhibidores de dicha sobreexcitación como el desarrollo de los déficit neurológicos relacionados con el Alzheimer".
Fuente
Etiquetas: Enfermedades del cerebro
Mapas mentales ayudan a disléxicos
Se llama dislexia a la incapacidad de algunas personas para leer y escribir correctamente, sin tener por otro lado, una deficiencia intelectual, motriz, visual o en cualquier otro ámbito que explique mejor dicho trastorno. Esta condición genera diferentes problemas en diferentes etapas de la vida de un ser humano, y según estudios realizados en Inglaterra el paciente puede ser ayudado en gran parte utilizando la técnica de mapas mentales.
Elaine Colliar de 32 años, ha alcanzado titulación universitaria a pesar de ser disléxica gracias a el uso que realizó de la técnica. Según ella, esto se debe a que se pueden realizar mapas mentales solamente utilizando imágenes, y estos ayudan a generar una unión natural entre la información que se presenta, mejorando las posibilidades de retener en la memoria la misma. Ella dice que poco a poco a medida que fué avanzando incorporó mayores cantidades de palabras en sus mapas mentales.
Elaine actualmente enseña la técnica de mapas mentales a estudiantes del Reino Unido. De un grupo de 13 personas, 4 eran disléxicos; hoy en día todos ellos estan titulados como universitarios.
Fuente
Etiquetas: Enfermedades del cerebro
Alzheimer: la enfermedad que se come los recuerdos
El 21 de septiembre, el mundo conmemora el Día Internacional de la Enfermedad de Alzheimer, un mal que se manifiesta con la edad y destruye las células nerviosas del cerebro. Su nombre se lo debe a un alemán, y cada vez se repite más.
Poco a poco, los pacientes van perdiendo la memoria, hasta que llega el día en el que la ciudad en la que han vivido, las palabras que les han servido toda la vida para expresarse, los amigos, los hijos, los nietos, les resultan extraños. La degeneración de las células del cerebro es un proceso lento, de ahí que se haga patente en edades avanzadas, pero la forma de detectarlo a tiempo o los motivos por los que aparece siguen sujetos a especulaciones.
El Alzheimer es una enfermedad que se puede relentizar pero carece de cura y, dado el envejecimiento de nuestras sociedades, se multiplica en número de casos.
Enfermos, pero no locos
“¿Cómo se llama usted?”, “Auguste”. “¿Apellido?”, “Auguste”. “¿Cómo se llama su marido?”, “Creo que… Auguste”. Recién inaugurado el siglo XX, el neurólogo y psicólogo alemán Alois Alzheimer registraba de esta manera el testimonio de su paciente, Auguste Deter, la primera persona en la Historia a la que se le diagnosticó una demencia.
La palabra demencia procede del latín “dementia” y significa, en primer lugar, locura. En 1915 fallecía Alois Alzheimer y su nombre pasó a designar la causa de demencia más común: la enfermedad de Alzheimer. Hoy en día, se calcula que en Alemania más de un millón de personas sufren una demencia: dos tercios de ellas padecen Alzheimer. Y en 2030 serán el doble.
Pero el Alzheimer no es un padecimiento psicológico, sino físico. Es una enfermedad del cerebro.
Se cree que la genética juega un papel en su aparición, se sabe que una alimentación sana y el ejercitar la mente sirven a la prevención, se ha comprobado que antes de los 50 años los casos son pocos, se advierte que el proceso no es instantáneo sino progresivo e, incluso, los últimos estudios acercan su “modus operandi” al de los tumores.
Similar al tumor
En julio de este año, un grupo de científicos del Instituto Flechsig de la Universidad de Leipzig, en el este de Alemania, dieron a conocer los resultados de sus trabajos más recientes. En la revista especializada Journal of Neuroscience, los investigadores indicaban que la degeneración de las células cerebrales en los enfermos de Alzheimer seguía un proceso parecido al de las células defectuosas que generan la aparición de cánceres.
En el caso de los tumores, una alteración lleva a la reproducción descontrolada de las células, que es el principio del cáncer. En el caso del Alzheimer, es el ADN contenido en la célula nerviosa lo que se duplica, pese a que ésta ya es adulta y no tendría que poder dividirse, provocando finalmente la muerte de la neurona.
Este descubrimiento es importante a la hora de encontrar respuesta a dos de las preguntas aún no contestadas que hacen del Alzheimer un mal tan temido: cómo detectar a tiempo y qué tratamientos aplicar. Dicen los científicos de Leipzig que la duplicación del ADN puede observarse en el cerebro del paciente antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, y que se podrían desarrollar terapias similares a las que se usan para combatir el cáncer.
Una de las enfermedades más caras
Ir a comprar el pan es para un enfermo de Alzheimer una tarea llena de obstáculos: no olvidar las llaves de casa, recordar el camino de ida y de vuelta, ser capaz de ejercitar una sencilla cuenta matemática y, además, saber que fue a comprar, y lo que quiso comprar. Por las complicaciones que implica y lo alargado de la enfermedad, el Alzheimer se encuentra entre los males más costosos.
Al hacer acto de presencia en la vejez, muchos síntomas son ignorados como “achaques de la edad”. Dicen los expertos que, en Alemania, sólo a uno de cada diez enfermos se le diagnostica el Alzheimer correctamente y que de ellos, sólo uno de cada dos recibe la medicación adecuada.
En este Día Internacional del Alzheimer, tanto Alemania como Francia han anunciado que abrirán centros especializados de investigación, financiados con dinero público. No se trata exclusivamente, dijo la ministra de Investigación germana, Annette Schavan, de verter luz sobre esta enfermedad, sino también de escrutar nuevas vías para que el apoyo del Estado a los enfermos sea más eficiente.
El 70% de los pacientes de Alzheimer está en Alemania a cargo de sus familiares. Para empezar, se prevé que una reforma aumente los 460 euros al año que reciben hoy por hoy las familias con miembros dementes a 2.400 euros anuales.
Luna Bolívar Manaut
Deutsche Welle
Etiquetas: Enfermedades del cerebro